Aunque suena siempre aparejado al auge de las criptomonedas, la tecnología de bloques va mucho más allá. De hecho lleva años filtrándose en prácticamente todos los sectores digitalizados —o en proceso de ello—, y seguirá haciéndolo en el futuro.
De acuerdo con un estudio de IDC, para 2025 el blockchain ya estará provocando en el PIB español un impacto de 20.000 millones de euros. Actualmente la penetración de esta tecnología solo alcanza al 24% de las empresas nacionales, pero es una tendencia creciente.
La consultora proyecta un CAGR del 47% para el periodo que va desde 2020 a 2024. Para entonces, el continente se beneficiará de unos 4.000 millones de euros. Solo un lustro después, el PIB Mundial estará dejando 1.760 millones de dólares en manos de dicha tecnología.
“La pandemia ha acelerado la necesidad de una mayor resiliencia de la cadena de suministro, y de credenciales digitales de salud y ecosistemas distribuidos que ayuden a las organizaciones públicas y privadas a mantener el flujo de productos críticos y respuestas coordinadas”.
Para Gari Singh, CTO de IBM Blockchain, la crisis de la COVID-19 no ha hecho más que acelerar las previsiones para este fenómeno, tumbando prejuicios heredados de su cripto-origen. Eso sí, son las startups las que seguirán liderando su impulso más inmediato.
Todo ello es razón más que de sobra para hoy abordar esta cuestión en MÁSMÓVIL Negocios, tratando de definir cuáles serán las oportunidades de negocio más interesantes, al menos a lo largo de 2021.
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¿Invertir antes de entender?
En la comunidad minera el blockchain no deja de ser un ente abstracto al que se hace referencia, sin mucho conocimiento, para hablar de las entrañas del mercado cripto. ¿Qué sucede cuando se extrae de ese contexto?
La sociedad en su conjunto, y miles de empresas en particular, carecen del conocimiento necesario para entender esta tecnología, y así, interesarse por ella. Se pierden en anglicismos, intangibles sin traslación y leyendas en torno a las supercomputadoras y la deslocalización.
Esto es lo que divide los acercamientos posibles, y lo que provoca que las startups y los emprendedores sin legado que cuidar ni cultura que cambiar, monopolicen la innovación blockchain.
En 2019 Deloitte llevó a cabo una encuesta con la que pudo comprobar de primera mano lo anterior. Por aquel entonces, un 45% de los emprendedores ya habían integrado el blockchain en su producción. Algo que contrastaba con el apenas 25% de las compañías.
Dos años después, los porcentajes se han ido aproximando entre sí, pero todavía queda un largo camino por recorrer. ¿Está esa resistencia solo relacionada con la falta de comprensión? No exactamente.
Dos formas (igual de válidas) para abordar el blockchain
El blockchain no deja de ser una deconstrucción del intercambio de información tradicional. En lugar de haber un emisor y un receptor, entre medias se cuela una base de datos cifrada y autorregulada que permite la automatización de los procesos y garantiza su seguridad.
“Durante siglos, ha existido una autoridad central tanto la oficina bancaria o el gobierno que gestionaban los cambios en el registro de las transacciones y controlaban el proceso” apunta IDC. “El blockchain suprime esta autoridad central”.
Muchas firmas lo saben y así lo están aplicando en sectores tan diversos como el financiero, el sanitario, el logístico o incluso el retail. El problema es de tipo cultural (cruzado con los costes de oportunidad):
- Startups: sin legado que cuidar, tienen más margen para la experimentación y el crecimiento a través del blockchain. Prueban, erran y marcan tendencias a replicar por el resto de los mercados.
- Grandes empresas: arrastradas por la Transformación Digital, las firmas con más tradición moldean la tecnología para integrarla en sus modelos de negocio, y no al revés. Avanzan, pero sin aprovechar todo su potencial.
Esta lógica de “uno innova y el otro sigue” es la que explica por qué hay algunas empresas más destacadas que otras en blockchain, y por qué destacan unas tendencias sobre otras. Solo hace falta mirar hacia este 2021.
¿Qué pasará con el blockchain este 2021?
El interés creciente de las autoridades financieras por un lado, y de las compañías con mejor posición en los mercados por otro, marcarán la actualidad informativa del blockchain a lo largo del 2021.
La pandemia ha abierto una vía para la consideración de una tecnología que hasta hace bien poco se tildaba de precaria, y que se sigue considerando potencialmente peligrosa para los mercados financieros y para el medioambiente.
Blockchain as a Service (BaaS)
Después de las IaaS, PaaS y SaaS del Cloud Computing llega el acrónimo BaaS; la tecnología de bloques externalizada por especialistas que proveen a grandes empresas sin tiempo ni recursos suficientes como para definir procesos internos propios.
Este Blockhain as a Service se ofrece por acceso remoto mediante la computación en la nube, y por tanto depende enteramente tanto del Big Data como de los cada vez más limitados bancos de almacenamiento de datos.
¿Por qué será tendencia? Cada vez son más las empresas que se deciden a moldear la tecnología como servicio —Amazon, IBM, Microsoft—, y más los negocios que quieren valerse de la estandarización que traen de la mano Hyperledger e IOTA.
La primera optimizando la gestión de la cadena de suministros a través del Ethereum en el sector financiero, y la segunda permitiendo la creación de smart contracts y otras arquitecturas descentralizadas y seguras.
Tokenización y digitalización de inventarios
La “tokenización” no es más que la representación digital de activos físicos. En su búsqueda por la optimización y la agilidad que demandan los mercados modernos —e inciertos—, miles de empresas ya están apostando por digitalizar sus inventarios.
“Los inventarios digitalizados pueden aumentar la procedencia de las cadenas de suministro al registrar el capital de trabajo de las organizaciones y brindarles más control y comprensión de sus activos líquidos, para que puedan tomar decisiones más informadas”, explica Singh.
Los activos digitales tienen menor dependencia de intermediarios y de registros físicos. “Abordan el problema de liquidez que afecta a muchos activos, desde bienes raíces hasta obras de arte y metales preciosos o metales industriales, que no son fácilmente convertibles en efectivo.”
A esta progresiva tokenización en 2021 también irán unidos, por un lado los STO (Security Token Offerings) y por otro los tan polémicos NFT (Non-fungibles Tokens).
Los primeros son ofertas de valores aprobadas por las autoridades que dan a los compradores una participación en los beneficios de las empresas a cambio de los préstamos que conceden. Lo hacen ofreciendo rendimientos y tipos por encima de la media.
En cuanto a los NFT, hablamos de activos digitales que están abriendo la veda a mercados completamente nuevos. Imágenes, música, códigos, cuadros, contratos; el valor radica en su almacenamiento en cadenas de bloques.
En Estados Unidos la NBA ganó recientemente 230 millones de dólares por la venta de videoclips de béisbol, y el artista digital Mike Winklemann (Beeple) consiguió colocar su obra Everydays: The First 5000 Days por 70 millones de dólares.
Expansión de los DEXes
Más aplicaciones, más plataformas y más servicios digitales. Actualmente los usuarios acuden a exchanges que hacen de intermediarios a la hora de invertir en criptomonedas, y que permiten hacer pagos P2P.
Frente a estos están creciendo los DEXes; exchanges descentralizados que utilizan sistemas automatizados basados en blockchain para permitir a los usuarios intercambiar criptomonedas directamente entre ellos.
El hosting de los intercambios pasa a ser responsabilidad de los nodos presentes en la red de forma distribuida. Estos DEXes irán creciendo tanto en número como en servicio con el paso del tiempo, en claro signo de la digitalización del sector financiero.
Verificación de certificados a través de blockchain
Migrar la seguridad de las operaciones físicas al mundo digital es uno de los mayores retos a los que se enfrentan tanto proveedores como empresas en la próxima década. ¿Cuál es la solución?
El blockchain se posicionará en 2021 (y adelante) como una herramienta para inyectar garantías a todas las partes implicadas, con relación al cumplimiento y la adhesión de reglas y normas.
“Estos certificados cuentan con protección frente a manipulaciones y pueden ser vistos de forma transparente por todos los participantes en la red”, explica el experto en criptomonedas Lukas Wiesflecker
Garantizan no solo las auditorías sino también las certificaciones y los orígenes de las transacciones. “Muchos proveedores están preocupados por las certificaciones en el marco de la ISO DIN”, apunta.
“Al comprobar los documentos y luego introducirlos en la blockchain, las empresas se aseguran de que son auténticos y que no se pueden utilizar falsificaciones”.
Otras tendencias alimentadas por el contexto
La pandemia también afectará al devenir del blockchain en los próximos meses. Las empresas pondrán la mirada en ella para garantizar la continuidad de las cadenas de suministro en situación de crisis.
Por otra parte, esta tecnología también se cruzará con el sector farmacéutico: luchando contra la falsificación de medicamentos —con anclajes criptográficos— y optimizando las campañas de vacunación.
“El blockchain puede ayudar a proporcionar una visión precisa del inventario y optimizar la asignación de vacunas”, apostilla Signh. “También brindar mayor confianza y eficiencia al suministro y distribución de vacunas, y desempeñar un papel fundamental en el mantenimiento de las cadenas de frío”.
En otro orden de cosas, la apuesta de Elon Musk por el bitcoin reforzará el papel de la tecnología en la compra de automóviles. Por el momento solo abierto a Tesla, pero potencialmente imitable por la competencia.
Las cadenas de bloques han llegado también para quedarse en el sector retail; los supermercados y las tiendas utilizarán cada vez más el blockchain para rastrear productos, optimizar stocks y alinear estrategias.
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