Aunque tanto la literatura como la publicidad del fenómeno pone un énfasis especial sobre la población joven, lo cierto es que cada vez más personas apuestan por emprender a los 50.

Varios son los factores que intervienen en esta tendencia; envejecimiento de la población, estigma de las empresas hacia los mayores, deseo de capitalizar la experiencia laboral.

Sin embargo, los emprendedores interesados no suelen encontrar ni ayudas institucionales ni consejos o respaldo profesional para alcanzar sus objetivos.

Hoy en MÁSMÓVIL Negocios exploramos esta faceta desconocida del emprendimiento y apuntamos hacia las oportunidades más importantes teniendo en cuenta todas las particularidades.

Ideas para emprender a los 50

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¿Por qué emprender a los 50?

Como bien reseña Easy Life Cover en un estudio, algunas de las multinacionales más conocidas del mundo fueron fundadas por personas mayores de 50 años.

Coca-Cola, McDonald's o KFC tienen como pioneros a emprendedores que ya poseían un buen monto de experiencia, y que contaban con los contactos derivados de décadas de trabajo y relaciones laborales.

Es hacia este aspecto hacia el que apunta la literatura para explicar por qué los mayores tienen mucha más probabilidad de triunfar que los jóvenes a la hora de emprender. De hecho, en Estados Unidos la edad media para iniciar un proyecto es de nada menos que 45 años.

Así lo constataba Harvard Business Review en un artículo en el que apuntaba hacia la experiencia para explicar el porqué del dato. Incluso para aquellos sin recorridos sonoros como los previamente mencionados.

"En cuanto a los fundadores sin experiencia relevante, aquellos con al menos tres años de experiencia laboral previa en la misma industria que su startup tenían un 85% más de probabilidades de emprender con gran éxito", recogían los autores.

Eso es lo que anima a Carlos Molina, fundador de la agencia 50Pro, a entrenar y asesorar a emprendedores mayores; "la experiencia y los contactos que el sénior tiene por serlo, además de una capacidad equilibrada entre riesgo y prudencia".

Con envites superados a la espalda, el fundador de la startup es más probable que actúe con serenidad ante imprevistos, y que posea recursos muy valiosos para vender su idea frente a los inversores.

No quiere decir que un joven de gran espíritu no pueda alcanzar el éxito, pero sí que los rasgos que se necesitan para emprender y esquivar el fracaso son más habituales en personas con experiencia.

En una era en la que Internet facilita la extensión de un mercado de oportunidades homogéneas, y en la que las mejoras en el campo de la medicina han alargado y mejorado la vida activa de las personas, el emprendimiento entre mayores de 50 ya no es la extravagancia de antaño.

 

Retos a superar

Cuando una persona mayor se lanza a emprender, lo más habitual es que esté pensando en cambiar completamente de mercado, y abandonar la profesión en la que ha estado trabajando durante su carrera.

Uno de los principales consejos que se habitúa a dar a las personas jóvenes es el de la formación: adquirir competencias digitales de vanguardia para encontrar el gap del mercado.

Esto es fácil de lograr cuando se trabaja sobre un lienzo en blanco o en construcción, y cuando la mente del interesado todavía es ágil frente a la adquisición de conocimientos. ¿Qué sucede con alguien de, por ejemplo, 55 años?

La formación deja paso al reciclaje. Ya sea porque el emprendedor no tiene la destreza digital propia de un millennial, o porque el sector donde tiene experiencia ha perdido toda la competitividad que atesoraba.

Una buena estrategia para lograrlo pasa por buscar socios especializados en las competencias necesarias para sacar a adelante el proyecto. Eso, claro, sin olvidar la creación de un buen plan de negocios, de un estudio de mercado y de un presupuesto solvente.

El emprendedor podrá acoplar sus propias competencias a las experiencias que vayan surgiendo por el camino, y así reducir los riesgos inherentes a cada decisión en las primeras fases de desarrollo.

 

 La ventaja financiera

La rapidez frente a la estabilidad. Tal y como apuntan los autores del estudio de HBR, los emprendedores jóvenes son quienes atraen la mayor parte del capital riesgo.

Para los inversores el negocio de una persona de 25 años siempre será más interesante, desde el punto de vista de la rentabilidad, que el de alguien mayor. ¿Cómo se explica?

Pese a no existir datos concisos, los expertos infieren que los jóvenes se enfrentan al proyecto con menos restricciones financieras, y que "eso les lleva a ofrecer mayores ventajas a los inversores, con precios más bajos".

Pareciendo esto una desventaja para el emprendedor mayor, la realidad es que el atractivo de las generaciones posteriores deja al experimentado un espacio de mercado amplio que no pocos dueños de capital ignoran.

En busca de seguridad, algunos inversores prefieren anteponer la experiencia de un emprendedor maduro a la experimentación incierta de los novatos.

 

Algunas ideas para emprender a los 50

A la hora de emprender la edad no impone ningún tipo de límite sectorial. El negocio y su mercado dependerán del currículum del emprendedor y de las oportunidades que haya detectado en el entorno, siendo consciente sus propias capacidades.

Por eso resulta complicado ofrecer recomendaciones concretas de startups a iniciar con más de 50 años; un proveedor de software puede llegar a tener éxito siendo liderado por alguien tanto mayor como joven.

Lo importante es que quien encabeza el proceso de emprendimiento tenga claras sus prioridades, dé los pasos correctos, y sepa explotar sus fortalezas frente a la tiranía habitual del entorno startup.

Para Molina, la prioridad número uno debe ser la de "no elegir una idea porque a otra persona le ha salido bien y ha ganado mucho dinero". Estudiar a la competencia sí, pero no copiarla sin leer el contexto.

Con eso entendido, desde Entrepreneurs ofrecen una serie de ejemplos inspiradores alineados con ramas normalmente asociadas a la generación del Baby Boom y a labores que no requieren esfuerzo físico:

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Y tú, ¿estás pensando en emprender a los 50?