Es el arquetipo clásico de la startup: proyectos sostenidos por jóvenes con mucho talento que tienen muchas ganas de triunfar y poca o ninguna aprensión frente al fracaso o el desconocimiento laboral.

En la práctica, los emprendedores con menos recorrido en el mercado se enfrentan a muchas más dificultades que los empresarios veteranos. Cuentan con menos ahorros, carecen de ciertas habilidades y se enfrentan a estigmas sociales asociados a la edad.

Por eso no es extraño que la mayoría superen la treintena. De acuerdo con el Informe GEM España 2019-2020, el perfil medio del emprendedor español es un hombre (51,6%) de unos 40 años, con estudios superiores (46%) y formación específica (58%).

Es el resultado natural de la experiencia; la acumulación de intangibles y la construcción de una red de contactos que incentivan la exposición al riesgo asociado al emprendimiento. Founder Institute descubrió que todos estos factores inciden en el éxito de los emprendedores.

Es decir, que cuanto más mayor se es, más probabilidades hay de triunfar. Al menos así es hasta los 40 años. No significa que no se pueda destacar siendo joven (algunos de los empresarios de éxito actuales llegaron a la cima con apenas 25 años), pero sí que es más complicado.

Por todo ello, hoy en MÁSMÓVIL Negocios queremos poner el foco en los consejos y las recomendaciones más fundamentadas para conseguir prosperar emprendiendo de joven.

consejos para jóvenes emprendedores

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No hay edad para emprender

No es mejor ni peor. A nivel cualitativo ser joven ofrece ventajas y desventajas pares a las que se pueden observar en alguien más mayor. Frescura frente a agotamiento creativo, inexperiencia frente a veteranía, asimilación de tendencias frente a anacronismo.

En cómputo general termina teniendo más peso el capital que el resto de variables (el 58,5% recurre a sus ahorros personales para emprender), pero a nivel objetivo el junior habría de estar mejor equipado para competir.

Los jóvenes de hoy en día supondremos el 75% de los puestos laborales del futuro”, explica Aritz Gartzia, socio fundador y CEO de la marca de moda sostenible EKOMODO. “Nuestros valores representan la sociedad de hoy y la de mañana”.

En los últimos años, mientras crecía el número de emprendedores veteranos, favorecidos por el respaldo público-privado hacia el envejecimiento activo, se multiplicaban los referentes empresariales más jóvenes.

Yaiza Canosa de GOI, Pablo González de Trivu, Mireia Badia de Grow.ly, Óscar Pierre de Glovo, Jorge Oliveros de Jobin. La lista es prácticamente interminable y va aumentando año tras año.

La juventud es quien va a generar los cambios necesarios”, apunta Jon Karega, cofundador de BASK, con relación a los retos sociodemográficos, culturales y medioambientales del futuro. “Somos quienes viviremos en primera persona las consecuencias de lo que ya se nos avisa”,

Esa misma responsabilidad para con el mundo de las próximas décadas es lo que llevó a iconos mundiales como Bill Gates, Steve Jobs o Mark Zuckerberg empezar hace dos décadas a redefinir la realidad.

Muchos de ellos no tenían más de 25 años cuando crearon sus empresas. Extrapolándolo al 2021, cabe pensar que algunos de los emprendedores hoy todavía en despegue, igualarán aquellas hazañas.

¿Qué es triunfar? ¿Qué es ser joven?

Al estudiar el mercado emprendedor, la definición de “joven” se termina desdibujando. La comparativa es la que atribuye el adjetivo, siempre a aquellos con menor edad de las muestras. Algo parecido sucede con el concepto de “éxito”.

Al apuntar hacia el fundador de Facebook o de Microsoft para asociar ejemplos al triunfo empresarial, solemos olvidarnos de que estos personajes no dejaron huella en el mismo momento de la fundación de sus empresas.

Cuando Apple lanzó al mercado el famoso iPhone Jobs ya tenía 52 años; Bezos pasó por la venta de libros antes de obrar el milagro con Amazon a los 45. Es decir, que necesitaron ganar experiencia para triunfar.

En ese sentido, Harvard Business Review descubrió en un estudio que los jóvenes que emprenden con al menos tres años de recorrido en el mismo sector en el que quieren ejecutar su proyecto, tienen un 85% más de posibilidades de prosperar.

Quizás por eso es más frecuente encontrar personas jóvenes (de entorno a 40 años, contextualizando los datos) en startups de software, que en negocios de sectores menos tecnológicos como el energético o el científico.

Las generaciones más recientes tienden a orientarse hacia industrias nacidas de la cuarta revolución industrial, y por tanto terminan adquiriendo más experiencia en dichos frentes. En cualquier caso, las raras avis son las startups de éxito fundadas por menores de 30 años, y no al revés.

¿Cómo triunfar emprendiendo de joven?

Es financiación, redes de contacto, estabilidad mental, pero por encima de todo: experiencia. Para emprender se necesita partir de un contexto socioeconómico adecuado, y además estar predispuesto a los retos inherentes.

De ahí que acumular años de conocimientos en el mercado a explorar sea tan determinante para prosperar. No hablamos de la edad biológica, sino de la profesional; el tiempo destinado a un determinado mercado.

Mientras las grandes empresas aportan estabilidad económica a la sociedad en forma de salarios altos, atención médica y jubilación, los trabajadores con experiencia aportan un bonus intelectual y emocional en forma de experiencia en innovación”, relata la coach Witney Johnson.

Este componente de veteranía tiene tanta importancia porque resulta de gran utilidad para derrotar el principal enemigo del emprendimiento, el miedo al fracaso. Labor a la que también contribuyen otros atributos.

Daniel Palacios, Inbound Growth Specialist en HubSpot, lista algunos de los muchos consejos que se pueden valorar para lograr triunfar antes de llegar a los 30:

  • Humildad y aprendizaje: reconoce y conoce. Asume que aunque estés decidido a emprender en un sector que dominas, todavía hay muchas cosas que no manejas. Apuesta por el aprendizaje continuo.
  • Claridad desde el principio: “la diferencia entre un propósito y un objetivo radica en que el primero está más ligado a una aspiración con la que se puede involucrar toda una comunidad”. Si puedes medirlo, es que posees un objetivo alcanzable. Desecha el idealismo de la juventud.
  • Paciencia y perseverancia: los datos demuestran que la recurrencia aumenta las probabilidades de éxito. Esto es, intentarlo varias veces hasta conseguir triunfar. La mayoría de las startups de éxito no acertaron en su primer intento.
  • Apoya y apóyate: tu red de contactos será la que amortigüe las caídas necesarias, y la que suplirá tus carencias de experiencia por la edad. Antes de emprender, rodéate de buenos socios, amigos y familiares.

Si emprender siendo joven requiere alinear tantas variables, ¿por qué entonces los inversores los anteponen a emprendedores más veteranos? Se trata de una mezcla dos factores que paradójicamente benefician a la hora de buscar financiación.

Por un lado la creencia mal fundamentada de los fondos respecto a que la juventud es el elixir del éxito empresarial, y por otro, la escasez de recursos de estos emprendedores revierte en un menor poder de negociación. Lo que a la hora de negociar beneficia a los inversores.

Sea o no difícil dar el paso con 25 años, lejos de estudios y porcentajes, cuanto antes se emprenda mejor. Más tiempo para errar y más espacio para la planificación habrá.

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