Si está desaconsejado por la gran mayoría de las agencias y expertos, ¿por qué muchas empresas siguen recurriendo a Gmail para llevar a cabo estrategias de email marketing? La respuesta está en el precio.
Aunque los proveedores de servicios electrónicos de mensajería ofrecen planes flexibles de pago, casi siempre asociados a las necesidades particulares de cada cliente, en la práctica muchos negocios apelan a este campo solo para planes comunicativos coyunturales.
En otros, el simple desconocimiento lleva a pensar que la herramienta de Google es suficiente para llevar a cabo eso de “enviar correos”. El email marketing es mucho más que eso, claro, y así lo demuestra la industria que se ha generado a su alrededor.
¿Sigues pensando en apostar por Gmail para hacer envíos masivos de correo? Pese a que, de acuerdo con Statista el 44,3% de las empresas apuestan por la tecnología de proveedores externos, no todo está perdido.
En el mercado siguen quedando recursos e información disponible para aquellos que no quieren complicarse ni desembolsar más dinero del necesario. Hoy en MÁSMÓVIL Negocios los repasamos advirtiendo de sus limitaciones.
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Las cosas del email Marketing con una herramienta de andar por casa
El principal enemigo de Google es el spam y así también lo es el tuyo. Todas las limitaciones que encontramos actualmente en Gmail para realizar tareas masivas derivan de la aversión que tiene la compañía hacia este tipo de correos. ¿Por qué?
Principalmente porque la firma tiene millones de usuarios en el mundo y quiere protegerlos. En el spam no hay que olvidar que casi siempre se suelen esconder ciberdelincuentes con intenciones de estafa o hurto.
Por eso en la actualidad Gmail está bloqueando unos 18 millones de correos maliciosos cada día relacionados con el coronavirus, o más de 100 millones vinculados a cuestiones de phishing.
El problema llega cuando es tu empresa, y no un virus, quien acaba en la carpeta de spam. De ahí que Google ofrece una extensa guía de recomendaciones para evitar que tus mensajes no acaben en la carpeta de spam.
Gmail tiene un límite de 500 mensajes al día precisamente para evitar que los delincuentes saturen las bandejas de entrada de los usuarios. Y no, no pienses que si llegas al tope a las 23:50, podrás reiniciar el ciclo 10 minutos más tarde.
Para volver a enviar otros 300 emails —la anterior cifra también incluye los recibidos— deberás esperar 24 horas completas. Por eso, si tu intención es manejar listas con más direcciones, Gmail resulta insuficiente. En caso contrario solo tienes que:
- Inicia sesión con tu cuenta de Gmail (la personal si eres autónomo o la de tu empresa si operas en nombre de tu negocio). Es recomendable, en cualquier caso, limitar el uso de esta dirección al trabajo.
- Selecciona el botón Redactar que aparece en la parte derecha de la pantalla y a continuación escoger “Para”. Se abrirá un menú en el que podrás elegir entre “Mis contactos” y “Todos los contactos”.
- La idea es que tengas a todos tus clientes —o al menos a los que quieres comunicar— añadidos a tu lista de contactos. Si no es así, este sistema no funcionará correctamente y deberás introducir cada dirección a mano (lo que resulta impensable).
- Suponiendo que sí, una vez tengas los contactos añadidos en el remitente, podrás revisar la lista para eliminar a los que quieras. Ten en cuenta que no hay filtros y que deberás hacerlo a mano.
- Entonces ya solo te quedará rellenar el campo del asunto, completar el cuerpo del mensaje y darle a “Enviar”.
Problemas de utilizar Gmail para enviar campañas
A las trabas derivadas del mencionado límite de envíos y recibos Gmail también suma cuestiones propias del email marketing.
En 2013 Google ya dejó claras sus nulas intenciones de responder a una demanda profesional de la herramienta, al retirarle a los anunciantes la posibilidad de alojar las imágenes de los mails en servidores propios, y migrándolo a su propia arquitectura.
Era solo una pequeña puntilla para las miles de empresas que por entonces ya comenzaban a interesarse abiertamente por la disciplina del email marketing para sus campañas de comunicación digital. Pero no la única.
Mala tasa de entrega
Es uno de los principales retos del email marketing actual y uno de los frentes en los que suspende de forma más fragrante Gmail. De acuerdo con Return Patch, la tasa de entrega media mundial es actualmente de tan solo el 78%.
Es decir, que un 22% de todos los mensajes enviados se pierden por el camino. La herramienta de Google, al operar con un servidor SMTP, ni puede desligarse de los límites cuantitativos, ni gestiona bien los problemas que devienen en entregas fallidas.
Tal y como explican desde sendinblue, “para optimizar tus oportunidades de llegar a la bandeja de entrada, es necesario autenticar el remitente a través de la firma SPF o DKIM, lo cual no es posible con proveedores como Outlook o Gmail”.
El problema es aún más grave si tenemos en consideración que el servicio no permite la personalización de las “campañas” —si podemos llamarlas así—. Las herramientas que sí lo hacen posible, como bien señala Adestra, obtienen el doble de conversiones.
Oscuridad frente a las métricas
Si bien son importantes en cualquier estrategia comercial, en el caso del email marketing son aún más relevantes. ¿Cómo vas a saber si la campaña está funcionando o no si no puedes medir las distintas métricas?
Con datos de 2021 en la mano y mirando el marco mundial, la tasa de apertura está en el 17,13%, el CTR en el 10,65% y la tasa de rebote en el 10,28%. Son cifras duras que requieren mucho esfuerzo para ser superadas.
Gmail, por su diseño y enfoque, no permite visualizar ningún tipo de métrica. Esto quiere decir que nunca podrás ajustar las estrategias, y que correrás el peligro de acumular una mala reputación como IP al ser incapaz de gestionar el envío de direcciones que se han dado de baja.
En ese sentido Google recomienda descargar Postmaster Tools, una herramienta asociada con la que se puede hacer “un seguimiento de los datos de una gran cantidad de correos electrónicos que hayas enviado y también sobre el dominio desde el que los envías”.
Un diseño torpe
Para configurar una newsletter competente se necesita contar con ciertas habilidades en lenguaje HTML. Con este se logran mensajes responsive capaces de adaptarse a todo tipo de dispositivos.
Gmail es bastante espartana a este respecto, y aunque permite trabajar configurando los mensajes desde el código, no cuenta ni de lejos con las facilidades de otros servicios.
“Por esta razón es mucho más sencillo que puedas realizar el diseño desde un software que te permite utilizar un editor drag & drop y te asegure la generación de un diseño responsive, así como previsualizar el mensaje antes de realizar el envío”, apuntan desde mailpro.
Alimenta Gmail con complementos externos
No pocos desarrolladores son conscientes de la demanda que hay en torno a Gmail como una herramienta de email marketing. Eso explica por qué en la actualidad hay más de una opción para nutrir el servicio con accesorios que suplen sus limitaciones.
Uno de los más conocidos es Gumbamail, una extensión que se instala en Google Chrome y permite operar directamente desde Gmail pero con una interfaz y unos menús exteriores específicos.
Podrás personalizar las campañas completando campos concretos para cada una de ellas, seleccionar las listas de destinatarios importándolas desde Google Sheets, y accede a más de 250 plantillas interactivas gestionadas por un sistema drag & drop.
En la práctica seguirás actuando en Gmail, pero con funciones y sistemas idénticos a los que ofrece el gran referente del email marketing: Mailchimp.
¿Quieres una alternativa? GMass ofrece algo similar y también de forma gratuita, pero con menús algo más toscos y torpes.
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