La crisis de la COVID-19 ha elevado los niveles de paro y desempleo en España hasta niveles no vistos desde hacía una década. Hay un 16,2% de personas en edad de trabajar que no lo hacen, y si un 40,7% de jóvenes en igual situación.
Aunque los cambios socioeconómicos tienen gran parte de la culpa de la situación, ya antes de la pandemia se venía dibujando una situación complicada para el talento que no tenía que ver con la liquidez o la caída de la demanda.
A la escasez de oferta laboral se sumaba, por un lado la ausencia de competencias solicitadas por los mercados, y por otro la adecuación de los currículum al valor que buscan los responsables de recursos humanos de las empresas.
El IESE indicaba así que un 72% de las empresas sufrían escasez de talento. En la misma dirección ManpowerGroup señalaba que el 48% de los directivos no encuentran los perfiles que necesitan.
“Vemos que hay una brecha grande entre las habilidades que se requieren en las empresas y aquellas con las que están formadas las personas”, señala Javier Echeverri Hincapié, responsable de esta consultoría en Colombia.
¿Es solo problema de formación o se debe al mismo currículum? Hoy en MÁSMÓVIL Negocios acudimos a estudios y expertos para entender qué es lo que buscan realmente las organizaciones en estas cartas laborales de representación.
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Cuando el mal ya está hecho
En España se tarda una media de seis meses en encontrar empleo desde la finalización de la carrera. Ahora bien, si has estudiado medicina, ingeniería o alguna carrera de corte tecnológico, lo más seguro es que el tiempo de espera se acorte notablemente.
“Siempre va a ocurrir que entre un 20 y 25% de perfiles van a estar muy demandados. Y estos podrán elegir y evaluar las ofertas”, explica Sara Álvarez, manager de Spring Professional. “Son personas que puede elegir dónde y cómo trabajar y hasta a cuántos kilómetros de su casa”.
El problema es que la mayoría de las personas en búsqueda de trabajo no han cursado estas ramas tan solicitadas. Así, el informe Global Skills Index otorga a España un 10 sobre 10 en materia de “desalineamiento del talento”.
Es decir, que los candidatos siguen apuntando a sectores ya saturados en decadencia, con cada vez más títulos y reconocimientos para combatir la enorme competencia. Esto hace que muchos lleguen a sus puestos sobrecualificados.
Por otro lado, las empresas padecen de gaps cualitativos importantes en competencias en las que sí hay oportunidades. De ahí que estos —los graduados y licenciados en periodismo, turismo, arte, ciencias— sean los que más necesitan perfilar sus técnicas laborales.
Es ahí donde poseer un currículum mejor o peor confeccionado marca la diferencia entre conseguir el trabajo o quedarse fuera del proceso de contratación. Y sí, las empresas siguen ancladas en procesos anticuados, pero el cambio todavía tardará en llegar.
“Demandamos a las personas que se reinventen, pero el funcionamiento de los procesos de selección sigue estático”, opina Belén Aranda, consultora de talento del ESIC. “Se está consiguiendo renovar el sector”, pero ese proceso se prolongará durante la próxima década.
¿Qué buscan las empresas en un CV?
Te has formado en una de las carreras con menos salidas laborales —Filosofía, Historia del Arte, o Literatura, por ejemplo— y te ves empujado a competir con miles de candidatos enfrentados a la misma escasez de empleo.
Si bien las preferencias de las organizaciones varían dependiendo del país, Michael Page señala unas guías básicas a seguir en la confección de un currículum competitivo. Así quedan las respuestas a las dudas más habituales sobre cuestiones formales.
- Número de páginas: el 91% de las empresas señalan que lo ideal es que el currículum tenga tan solo una página de extensión. Superar dicho número rebaja las posibilidades de contratación.
- ¿Fotografía?: la tendencia general es favorable a añadirla, pero no todas las empresas lo solicitan. Ahora bien, no hacerlo puede dejarte directamente fuera del proceso. Ante la duda, incluirla siempre.
- Experiencia en el extranjero: el 83% de las ofertantes la consideran un valor distintivo en los currículums. En el caso de España enfocada hacia el manejo de otros idiomas.
- Fechas en el historial: tres de cada diez organizaciones consideran crítico que el candidato no haya estado nunca más de 6 meses desempleado. Esto desprende conclusiones acerca de la actitud poco positivas. Para solucionarlo incluye cursos o proactividades de cualquier tipo.
- Información personal: céntrate única y exclusivamente en cuestiones profesionales. El 26% de las empresas así lo demandan. De hecho, tan solo uno de cada cinco responsables da importancia a factores relacionados con la motivación.
Errores que se pagan caro en el currículum
No existe un currículum ideal para todas las ofertas de empleo, y por eso los expertos recomiendan estudiar cada caso con detenimiento para destacar aquellos elementos que se crean más importantes durante la entrevista.
Al margen de este matiz importante, los informes sí señalan una serie de factores determinantes que suponen ejes de polarización importantes en la valoración que hacen los responsables de Recursos Humanos.
- Faltas de ortografía o de gramática: no hablamos solo de una tilde mal colocada o de una “v” en donde habría de aparecer una “b”. Hasta los errores sintácticos más sutiles se pagan caro. De ahí que sea importante releerlo o pedir ayuda a un tercero.
- Tono inadecuado: el léxico ha de estar adaptado al contexto de la búsqueda de empleo. Es casi más determinante el uso que se hace del vocabulario que las habilidades profesionales. La clave está en encontrar un equilibrio, siempre tendiendo hacia el formalismo más pulcro.
- Exceso de tecnicismos: en el lado opuesto señalamos la necesidad de mesura. Si se apuestan por tecnicismos para describir puestos anteriores, lo ideal es detallar de la forma más sencilla en qué consistían.
Algo que nunca debe faltar: las soft skills
“Las ideas generan negocio. Y en un mundo competitivo, que avanza de forma vertiginosa a golpe de disrupción tecnológica, la creatividad es un ingrediente básico para producir esas ideas”.
Con estas palabras, Bárbara Sánchez, antigua responsable de formación de El País y actual Product Designer de BeBanjo describe el terreno sobre el que ha crecido con fuerza la importancia de las soft skills.
Estas competencias fueron las terceras más demandadas por las empresas en 2020 de acuerdo con el Foro Económico Mundial, y la más deseada del 2019 según estudios de LinkedIn. ¿Por qué?
El dinamismo con el que avanzan las tecnologías obliga a las empresas a perseguir skills ajenas a los obsoletos procesos de formación. “Buscan perfiles transversales, capaces de adaptarse a las nuevas situaciones con versatilidad y dinamismo”, apuntan desde Spring Professional.
Muchas veces se relacionan con la inteligencia social o emocional de los candidatos. Las habilidades blandas en materia laboral están relacionadas con la creatividad, la capacidad de trabajar en equipo o la flexibilidad a la hora de cambiar de un trabajo a otro.
“Es importante tener ganas de aprender constantemente, capacidad para relacionarse con otros profesionales, saber trabajar en equipo, tener una visión más allá del corto plazo porque no se sabe qué va a pasar”, enumera el profesor del IESE, Guido Stein.
Otras soft skills a tener en cuenta son:
- Comunicación
- Liderazgo
- Resolución de problemas
- Resiliencia
- Manejo de presión
- Pensamiento crítico
- Asertividad
- Inteligencia emocional
Todas estas competencias deben aparecer en el currículum, pero ¿cómo? No tanto en un apartado propio, simbolizando cierta prepotencia innecesaria, sino integradas en la propia redacción del documento.
Plantillas de CV que pueden guiar
Tan importante es el contenido como la presentación de este. Y sin habilidades gráficas es complicado alcanzar un resultado destacado de forma individual. Por suerte, en Internet hay a disposición cientos de plantillas ya adecuadas a los gustos de las empresas.
Todas ellas comparten lo que The Ladders concreta en un estudio como más determinante para llamar la atención del reclutador:
- Estructura simple.
- Uso ideal de negritas y cursivas.
- Párrafo introductorio de perfil.
- Fuente clara y legible.
Para encontrar la plantilla que se ajusta a tus necesidades basta con acudir a cualquier buscador, introducir las palabras “plantilla currículum gratis” y seleccionar alguno de los resultados.
En la especializada Zetty cuentan ya con un amplio listado de modelos recogidos en la red que pueden servirte de gran ayuda.
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