A diferencia de otras empresas asentadas en mercados increíblemente competitivos, las startups se miden únicamente en volumen de negocio. No importa que la idea o el proyecto sea original o aporte valor, si eso no se traduce en resultados. Y de ahí la importancia simbólica de las empresas unicornio.
A finales de 2013 la fundadora de la lanzadera Cowboy Ventures, decidió que era el momento de crear un apelativo para aquellos negocios que habían nacido amparados en la cuna tecnológica de Silicon Valley, y ahora estaban conquistando el mundo entero. ¿Cómo lo habían logrado?
El concepto le resultaba tan surrealista, que optó por apoyarse en una criatura mitológica para definir negocios capaces de lograr cosas imposibles. Habían nacido las empresas unicornio, compañías tecnológicas valoradas en más de 1.000 millones de dólares en el mercado.
¿Sabrías identificar a una? El primer parámetro es el cuantitativo, pero existen otros rasgos comunes entre las empresas unicornio que en MÁSMÓVIL Negocios queremos recopilar para despejar dudas.
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Un cuento de hadas más y más real
Cuando Aileen Lee creó el término hace 7 años, solo existían 39 empresas unicornio en el mundo, Casi una década después, Fortune clasifica a más de 80 multinacionales nacidas de ideas y financiaciones menudas.
Entre ellas; Facebook (ahora considerada superunicornio por sus 122 mil millones de dólares), Xioami con 46 mil millones, o Uber con 41.200 millones.
Aunque su proyección es internacional, la conexión con el valle tecnológico californiano es innegable. 27 de las 39 compañías pertenecientes al Club Unicornio original surgieron en la bahía de San Francisco. Eso sí, la tendencia está cambiando en los últimos años.
Unicornios españoles
España, pese a ser uno de los países con menos empresas unicornio de Europa en comparación con su número de startups (más de 4.000), cuenta con varios casos de éxito flagrante. Dejando de lado los referentes del continente situados en Londres, en la península destacan Cabify y LetGo como herederas del primer gran unicornio nacional: eDreams.
Cabify
La empresa fundada por Juan de Antonio en mayo de 2011 está presenta ya en 11 países, cuenta con más de 1.000 empleados, y facturó el año pasado 104 millones de dólares. La idea que nació como una reacción a la dificultad de su fundador de introducir coches eléctricos en el centro de las ciudades, vale ya más de 1.000 millones de dólares.
Ni el conflicto con el taxi ni el decrecimiento generalizado del sector del automóvil a petición ha impedido a esta compañía española crecer de manera exponencial. "Queríamos que las ciudades fueran más para las personas y no tanto para los vehículos", explicaba el CEO a El País. Ahora los rumores apuntan a una fusión con Glovo.
LetGo
Alec Oxenford, Jordi Castelló y Enrique Linares fundaron en 2015 lo que se convertiría en un mastodonte sin precedentes. La app de compraventa de productos de segunda mano logró una inyección de 500 millones de dólares hace dos años, alzándose con un valor de mercado de en torno 1.500 millones.
"Somos extraordinariamente afortunados de tener inversores que creen tan firmemente en nuestra visión y nuestro equipo", explicaba Oxenford en ese momento. "Estamos impulsando un crecimiento sin precedentes en la economía de segunda mano a través de una innovación significativa".
¿Futuros unicornios?
Aunque son pocas las empresas que consiguen sobrepasar la barrera de los cuatro dígitos, el mercado español está repleto de compañías con volúmenes de negocio cercanos a esa cifra. A TravelPerk y Spotahome todavía les queda camino por recorrer antes de alcanzar la etiqueta, y Logitravel, por ejemplo, ronda los 800 millones de euros tras dos décadas de evolución.
Es lógico cuestionar si estas firmas puedes ser o no consideradas unicornios, teniendo en cuenta que se acercan poco al concepto de startup. Lo que ahora une a muchas de ellas es la homogeneización progresiva asociada a la transformación digital. Por eso MÁSMÓVIL también puede ser considerada candidata potencial a empresa unicornio.
Características de la empresa unicornio
Se puede crecer de forma rápida dentro del sector tecnológico y no obtener nunca la etiqueta de empresa unicornio. Su creadora, consciente del atractivo comercial que tendría el concepto, impuso una serie de requerimientos bastante específicos que parecen estar haciéndose más y más laxos con el tiempo.
1 – Alcanzar los 1.000 millones de dólares de valor en el mercado: Pero se debe hacer con la ayuda única de financiación privada. Facebook, en este caso, al haber entrado en bolsa ya habría dejado de ser un unicornio hace tiempo.
2 – Resguardarse en las redes sociales: a todas estas compañías les une una fuerte conexión con las redes sociales más importantes. En ellas exponen sus ideas, creciendo desde el anonimato hasta la fama mundial.
3 – Ser una startup: implica compartir los rasgos más característicos de estas. Se ha de crecer muy rápido gracias a una idea tecnológica disruptiva, y funcionar con un enfoque comercial B2C. Es decir, que el consumidor sea el pilar de decisiones y estrategias.
4 – Tener un equipo joven y unido: la edad media de los emprendedores que lideran este tipo de negocios es de 34 años. No significa que sea imperativo apegarse a esa edad, pero sí que el equipo sea joven y que sus integrantes se conozcan de experiencias previas. 9 de cada 10 empresas unicornio tiene fundadores conectados por trabajos previos o por la escuela.
5 – Alcanzar la meta en menos de una década: Todas estas compañías han alcanzado los 1.000 millones de dólares en menos de 10 años. De media, por cada dólar privado invertido en ellas, se retornaba un múltiplo de 26 en valor.
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