Internet es un mapa formado por millones de carreteras interconectadas entre sí, por las que se mueve vehículos cargados de valiosos bienes en forma de datos. Algo que no pasa desapercibido para los asaltantes o hackers.
Es ahí donde entra en juego la certificación SSL, un protocolo de cifrado que permite blindar los paquetes de información cuando un usuario accede una página web. En un espacio de gran competitividad como es el digital, esta garantía se ha convertido en un adalid de la seguridad.
Sin embargo, no todos los expertos en programación web y en SEO le dan siempre la importancia que merece. Por todo ello, hoy en MÁSMÓVIL Negocios explicamos en detalle en qué consiste y, más importante, cómo puedes conseguir uno para tu sitio web.
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¿Qué es un certificado SSL?
Tal y como recoge Verisign, el protocolo SSL (Secure Sockets Layer / Capa de conexión segura) es “un estándar de seguridad global que permite la transferencia de datos cifrados entre un navegador y servidor web”.
En la práctica, este certificado convierte a la “conversación” entre el usuario y el sitio en una interlocución privada y protegida de miradas ajenas. Lo hace realizando dos funciones muy concretas:
- Autenticando la identidad de la página web para asegurar que no se trata de un sitio falso.
- Cifrando la información transmitida para evitar robos o manipulaciones.
Cuando un usuario entra en una web, lo que está haciendo es solicitar al servidor del sitio que le envíe la información contenida, para mostrarla en la pantalla de su ordenador. Es el llamado protocolo de control de transmisión (TCP).
El certificado SSL se solapa encima del TCP como si fuera una capa de seguridad, para garantizar que las capas superiores del protocolo se mantienen sin cambios, y que no se ha producido ninguna violación.
Es importante entender que el SSL solo opera con el extremo más visible del TCP, dejando el resto intacto. De esa manera la web puede funcionar sin problemas, y sin renunciar a la seguridad.
Al intentar atacar, lo único que podrá hacer el hacker es descubrir el nombre del host al que se está conectando el usuario, pero nunca podrá llegar a destripar el resto de la URL. La información contenida en la misma quedaría a salvo.
¿Por qué es interesante tener un certificado SSL?
Más allá de la mencionada seguridad, desde el pasado 2014 Google premia a aquellos sitios que cuentan con el conocido “candado” antes del protocolo “https” de la barra de direcciones. Lo hace, porque para la compañía el SSL supone un valor competitivo de gran peso.
Con las páginas protegidas, los anunciantes invierten con más seguridad, los usuarios prefieren el buscador por encima de otros, y los inversores financieros descansan tranquilos frente al mercado.
Se trata, por tanto, de un paraguas que beneficia a todas las partes, y que refuerza a las empresas en tres frentes:
- Compras seguras: frente al crecimiento del e-Commerce, el SSL permite atacar y recuperar el 74% de los carritos de la compra que actualmente se abandonan en los procesos de compra.
- Subscripciones: con un certificado, la empresa puede recopilar información de sus usuarios sin el peligro de posibles robos, y consecuentes daños económicos e intangibles.
- Formularios: cualquier envío, incluso es más banal, es susceptible de sufrir un ataque. Por eso es importante que el sitio analice su actividad y determine la necesidad de un certificado SSL.
Por suerte, la convicción y el apoyo de todas las compañías respecto al aumento de la seguridad, ha permitido a este sistema ser compatible con el 99% de los navegadores web, y con todos los sistemas operativos y dispositivos.
Tipos de certificados SSL
Todos ellos convertirán tu “http” en “https” y añadirán el candado a la barra de direcciones. Eso provocará una mejora instantánea de la imagen y reputación del sitio, aumentando por ende su tráfico y conversión.
Sin embargo, no todos los certificados son iguales. Dependiendo del nivel de seguridad que se desee, existen tres categorías diferentes:
- Validación de dominios (DV): solo solicitan a los negocios el control sobre el nombre del dominio. No se comprueba la identidad de la empresa, y representan el nivel más básico de seguridad. Apto para servidores de prueba y enlaces internos.
- Validación de organizaciones (OV): a lo previo suma la demostración por parte del propietario del dominio de su registro y su responsabilidad legal como negocio. Es ideal para webs que recogen datos personales de los usuarios.
- Validación extendida (EV): es el más estricto a nivel de seguridad y permita evitar estafas de phishing. El certificado añade, a los dos requisitos previos, varios pasos de verificación adicionales. Dota de un color verde la barra de direcciones, y solo está disponible para empresa.
¿Cómo se consigue un certificado SSL?
En línea con lo que recomienda HubSpot, una vez seleccionado el tipo de certificado SSL a obtener, el siguiente proceso es claro y sencillo, a salvo de escoger el mejor proveedor de estas garantías.
- Certifica que tu registro WHOIS (protocolo TCP) está actualizado y coincide con lo enviado al proveedor.
- Crear una Solicitud de Firma de Certificado (CSR) en tu servidor: normalmente se suele encargar una empresa especializada en dicho servicio.
- Envía toda la documentación al proveedor y espera la validación del dominio.
- Instala el certificado.
Lo único que quedará por hacer será escoger el proveedor. Parece una tarea sencilla, pero la realidad es que en el mercado existe un gran número de opciones con escasas diferencias a nivel de servicio.
Mejores proveedores de certificado SSL
Normalmente son empresas que operan a nivel global, y que ofrecen las mismas garantías independientemente de la región en la que esté alojado el sitio web. A saber:
Algunas ofrecen la protección de forma gratuita si se posee ya un servicio contratado con ellas, y otras permiten acceder al SSL de forma paralela a cambio de una suscripción habitualmente anual.
En el listado no aparecen todas las existentes, pero sí las que acumulan más prestigio y popularidad por la calidad de sus productos.
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