Las cenas de empresa pueden ser el evento más esperado o un momento incómodo que evitar a toda costa. No hay término medio. Puede que tengas muchísimas ganas de estar codo a codo con tus compañeros y pasar un rato divertido fuera del horario laboral, o que, por el contrario, te dé pánico ese momento.
Con la llegada de la Navidad es común organizar un evento que reúna a los compañeros para intentar disfrutar de un ambiente agradable... y lo que surja. Se trata de una celebración especial, pero para disfrutarla puede que necesites algunos consejos. ¡Toma nota!
Planificar todo correctamente
Para disfrutar de una velada agradable, conviene reservar el lugar de la cena con antelación. Todas las empresas van a hacer un evento similar en las mismas fechas, por lo que anticiparse puede ser la primera pieza del éxito de esta reunión pre navideña.
Parte de esta planificación es escoger un sitio agradable y bien acondicionado para tan singular acontecimiento. El precio y el lugar son elementos que marcarán la imagen de la empresa y ayudarán a que la cena de empresa sea un éxito o un fracaso.
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El menú: lo más importante
Que no se te olvide el objetivo: pasar un buen rato y comer o cenar a gusto. Es difícil poner de acuerdo a tantas personas en lo que a gustos gastronómicos se refiere, por lo que lo mejor es tirar de clásicos o hacer un sondeo para tratar de escoger un lugar que agrade a todo el mundo.
También conviene preguntar a los asistentes si tienen alguna intolerancia o alergia, o si siguen una dieta vegetariana o vegana, por ejemplo.
Lo importante es que todos puedan disfrutar de una velada agradable con una buena comida que quede en el recuerdo.
Lo que va después de la cena
La sobremesa siempre se suele disfrutar en torno a la misma mesa en la que se ha comido, pero, ¿qué pasa después? La costumbre dice que un bar de copas es lo habitual, por lo que elegir un sitio discreto, con sitio para bailar o sentarse a charlar, para que cada uno elija lo que más le apetezca hacer en ese rato.
Esta parte también conviene tenerla planeada para poner un rumbo después del restaurante y no desperdiciar el tiempo de un lado a otro. Ten en cuenta, también, que puede ser difícil encontrar sitio para un grupo numeroso de gente: podéis daros de bruces con locales llenos o reservados.
No obstante, no es la única opción par después de la cena. Los más aventureros pueden hacer alguna actividad de team building, como juegos organizados para reforzar los lazos laborales. Construir un buen ambiente es positivo para todos en una empresa.
En resumen: el azar está bien, pero no para tu cena de empresa, así que planifica con tiempo para reservar la mejor opción.
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