El nombre es la primera impresión que el consumidor recibe de un negocio. Se trata de un elemento emocional y estratégico que determinará la percepción del usuario y, por tanto, su posterior elección de compra. Y es que tener un buen nombre puede marcar la diferencia en un negocio de éxito, ya que influye directamente en la propia marca y en la identidad que construimos de la empresa.

El proceso creativo para dar con el nombre perfecto se conoce como naming, uno de los conceptos fundamentales del branding.

Los nombres acaban recordando algo que le ha dado significado a nuestra vida, son evocadores y a veces, incluso, están cargados de experiencias y valores que nos han marcado. Es la razón por la que el nombre de nuestra empresa debe contener connotaciones positivas y haga rememorar algo feliz -o útil- a las personas.

Una persona escribiendo en un folio en blanco

Te interesa: "Construye tu propia marca en tan solo tres horas"

A continuación, detallamos algunos consejos para encontrar el apelativo perfecto.

1. Usa un nombre reconocible

En primer lugar, se debe entender y no dar lugar a confusiones. Tiene que aportar credibilidad, ya que en él va a recaer parte de la reputación de la empresa.

Un buen nombre sintetiza toda una historia en un par de sílabas, lo que puede resultar evocador para los consumidores.

Si debemos decantarnos, es preferible que sea un nombre corto y simple, fácil de leer y pronunciar, ya que, de esta manera, será más sencillo de identificar y recordar.

Un gran ejemplo es Google, que es un nombre derivado del término creado en los años 30 "googol" y que representa un número 1 seguido de cien ceros.

2. Debe hacer alusión a la empresa

Es importante que tenga coherencia con el modelo de negocio y el sector en que se desarrolla la actividad, pero sin generalizar.

La marca Inditex, por ejemplo, es un acrónimo de "Industria de Diseño Textil", un nombre sobrio pero que refleja a qué se dedica la empresa y su sector. Ocurre algo parecido con Talgo, que son las siglas de Tren Articulado Ligero Goicoechea Oriol.

3. Sé diferente

El nombre será el primer elemento diferenciador de tu competencia, así que haz que sea totalmente opuesto al mercado y que destaque respecto a los demás.

Busca si tu propuesta ya ha sido usada anteriormente, incluso en otros países para que no haya dudas sobre lo distinta que es tu empresa. Además, si tienes pensado expandir tu negocio, debes tenerlo muy en cuenta. De hecho, cuando Nike aterrizó en España, tuvo problemas porque ya existía una marca con este nombre que dedicaba su actividad a la confección.

Antes de elegir un nombre, es recomendable hacer una búsqueda en Google AdWords para advertir los términos y las palabras clave que más se consultan relacionados con tu nombre o con el sector. De hecho, puede ser el inicio para un buen posicionamiento SEO.

Infórmate muy bien antes de ponerle un nombre a tu negocio. Ya sabes que Internet es la mayor fuente de consulta del Planeta. Para facilitarte esta tarea, te ofrecemos las mejores tarifas para emprendedores. ¡Visita nuestra web o llámanos gratis al 1495!

Y tú, ¿ya sabes qué nombre le pondrías a tu negocio?