Comenzar la aventura del emprendimiento es una actividad que hay que evaluar previamente. Hay que tener diferentes aspectos desde la inversión inicial hasta la previsión de beneficios a largo plazo. Son diferentes los aspectos que tienen en cuenta la mayoría de los empresarios, pero hay uno que concretamente requiere una especial atención y ese es elegir el camino adecuado.
No basta con que te llame la atención la producción de un producto concreto u ofrecer un servicio en el que crees que tienes experiencia. Hay que conocer a la perfección el entorno, su situación y prevenir si es la vía más correcta o no. Por este motivo, hoy queremos ofrecerte las principales claves para que tu elección sea lo más acertada posible.
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Evalúa el escenario
Se trata del primer paso que se debe hacer antes de iniciar cualquier proceso. Es un análisis que determinará el riesgo al que puedes enfrentarte, un diagnóstico. Para ello, te aconsejamos que realices un estudio de mercado.
¿En qué consiste precisamente? En primer lugar, tendrá en cuenta el número de empresas que existen en tu zona, las cuales son consideradas competencia. Además, tendrá en cuenta a los clientes potenciales. Existen dos tipos principales: los primarios y secundarios.
El primario, es bastante preciso, se encarga de investigar con mayor determinación todas las claves que entran en juego en el éxito de una empresa gracias a la multitud de herramientas que utilizan como el focus group, las encuestas, las entrevistas en profundidad -clientes potenciales- , investigaciones de campo y observaciones del producto o punto de venta. Por su parte. en caso de que dispongas de escasos recursos, el secundario es más económico, pero realiza estudios más generalizados y no tan precisos sobre la situación del mercado.
Toma de decisiones
Aunque parezca un consejo evidente, en este caso, es realmente importante enfrentarse a las nuevas situaciones con calma. En muchos casos, y especialmente, con un nuevo negocio gestándose, te enfrentarás a procesos totalmente novedosos y no contarás con la experiencia suficiente para saber desde un primer momento qué es lo que debes hacer. ¿Cómo se puede prevenir? Estableciendo un plan de acción. Antes de comenzar, es relevante que tengas en cuenta todas las posibles situaciones a las que te puedes enfrentar, así como los pasos que debes seguir.
Nosotros te aconsejamos que sigas el siguiente: explica tus objetivos (ya sea el número de ventas, así como el número de clientes que quieras tener); establece las estrategias para lograr dichos objetivos, así como las técnicas; planea las mismas a través de la carta de Gantt (un método de calendarización muy práctico); designa las responsabilidades y, finalmente, ejecuta tu plan.
Ponlas en prácticas
Tras haber realizado todos estos pasos, queda lo más sencillo: poner en práctica el plan de acción. Para ello, te aconsejamos que sigas algunos consejos básicos controlando que se cumplan cada uno de estos procesos.
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