Compatibilizar los horarios propios del trabajo con la responsabilidad que requiere la atención a la familia es uno de los grandes retos a los que cada vez nos resulta más difícil hacer frente. La vorágine de los asuntos cotidianos puede resultar un lastre para disfrutar al máximo de nuestro tiempo de ocio si no se consigue planificar adecuadamente y calibrar la importancia de cada tarea.
La normativa laboral española establece en su Guía Laboral que la duración máxima de la jornada ordinaria ha de ser no superior a las 40 horas semanales de trabajo efectivo -esto será en promedio del cómputo anual-, lo que quiere decir que al finalizar el domingo deberíamos haber podido tener al menos 128 horas para nosotros mismos.
¿Sientes que aún así no es suficiente? Para ayudarte, compartimos algunos consejos de buenas prácticas elaborados por el Ministerio de Igualdad para que, seas empresario o trabajador, puedas incluirlos o proponerlos en tu compañía:
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Flexibilidad de horarios
¿A quién no le gusta elegir en qué momento se entra o se sale del trabajo?, ¿Por qué establecer una hora exacta para el descanso o para comer? Siempre y cuando se respeten los intereses propios de la empresa, la flexibilidad horaria es una de las medidas que los trabajadores más agradecen.
Teletrabajo
Una cita médica, la visita del técnico, un breve compromiso, o el simple hecho de trabajar en un entorno favorito son algunos de los motivos que han extendido tan eficazmente esta tendencia.
Apoyo económico
Los gastos familiares varían indiscutiblemente en función de cada individuo y de sus responsabilidades. Cada vez son más las empresas que se solidarizan con los empleados con mayores cargas a través de bonus o pagos directos como, por ejemplo, para la educación de los hijos.
Respeto del horario
La responsabilidad puede llevar en ocasiones a sobrepasar -y mucho- el horario laboral, y desatendiendo nuestros compromisos familiares. Quizás sea un momento puntual, pero para cumplirlo cabe tener en cuenta algunos aspectos como no establecer reuniones en los tiempos cercanos a la hora del descanso o la realización de formaciones dentro de la jornada de trabajo.
El cumplimiento de las medidas de fomento a la conciliación son una de las claves para la felicidad del trabajador, con efectos directos en su bienestar y productividad, y por consiguiente en los beneficios de tu empresa.
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