Igual que los productos tienen un ciclo de vida, las empresas y sus marcas también: introducción, crecimiento, madurez y declive. Las compañías modifican su imagen de marca por dos razones fundamentales: la primera es por el cambio de los gustos o preferencias de los consumidores. Mientras que la segunda se debe a que su imagen ha quedado obsoleta.
En el post de hoy te contamos cuáles son las claves para llevar a cabo un buen rebranding.
Claves para cambiar tu imagen de marca
Este conjunto de cambios al que nos referimos tiene el nombre de restyling o rebranding y para que sea efectivo tiene que tener una cualidad por encima de todas: coherencia.
Elabora un cambio meditado
Lo primero, antes de todo cambio, es tener claro cuáles son los objetivos, cuál va a ser la estrategia y qué límites tendrá. Una vez argumentada esta información se llegará a la conclusión de si es un cambio meditado con una razón de peso. Ya que se va a invertir una cantidad de dinero, tiempo y esfuerzos en este proceso, mejor que sea coherente y lo agradecerás a largo plazo.
Genera expectativas reales
Está bien la expresión de: "Renovarse o morir", pero la realidad es otra. Según la directora de Innovación de Nielsen, solo entre un 10% y un 15% de las marcas que se renuevan consiguen aumentar su nivel de ventas, frente al 50% de las empresas que ni siquiera consiguen mantener las ventas actuales. No renovarse supone quedarse atrás en la carrera frente a la competencia. La clave del asunto no es no hacerlo, sino hacerlo sabiendo de antemano las expectativas reales.
Investiga y busca asesoramiento
Si no te ves capaz de afrontar tú solo la transformación de la imagen de tus productos, comienza por buscar una agencia que consiga captar al 100% la personalidad de la marca y sepa cómo llevar a cabo el proceso de transición sin perderla. La clave de la modernización está en añadir a la marca elementos complementarios que la conduzcan hacia ese cambio: un nuevo estilo en las redes sociales, nuevos colores corporativos, readaptar el merchandising, etc. Todo esto sin perder la originalidad de la marca, para que no quede el cambio no la aleje completamente de sus valores.
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Elabora encuestas a los consumidores
Al fin y al cabo, los consumidores son los jueces más veraces que tiene una marca. Son el público final y quienes dan la opinión que relanzará o sepultará a la marca. Los consumidores son reacios a los cambios, sobre todo si son agresivos, por eso se necesita de toda la información que ellos puedan dar. Al final, este cambio está incentivado para ampliar el consumo, ¿quién mejor que los clientes para darnos consejos? Escucha a tus consumidores actuales para no perderlos y también para conseguir abarcar un público mayor.
Para cambiar tu marca o algunos aspectos de la misma es necesario ser valiente, ¡equipa tu negocio con la mejor tarifa de Internet para empresas y este proceso será más sencillo!
