La figura del teletrabajador es cada vez más frecuente en las empresas. La movilidad o reducir costes en el alquiler de la oficina, entre otros, son algunos de los beneficios que presenta este tipo de trabajo. Eso sí, debes saber gestionar y planificar las actividades de tus empleados para que el ahorro que supone esta actividad se vea reflejado en la productividad.
Gestionar a los teletrabajadores
Si quieres construir un equipo en el que haya teletrabajadores, lo primero que debes hacer es crear un plan en el que establezcas las necesidades de tu empresa y los conocimientos necesarios para cubrirlas.
Debes definir la plantilla, establecer cuántos tendrán jornada parcial y quiénes trabajarán a tiempo completo. Podrán trabajar desde otra ciudad o país en caso de ser necesario. Será esencial que tengas claro cuáles son las actividades que verdaderamente se pueden realizar desde el hogar y, por consiguiente, qué responsabilidades conllevan y cuál será su remuneración.
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¿De qué manera te mantendrás comunicado con tu equipo? La herramienta de comunicación que elijas marcará la diferencia de la calidad de tu trabajo. Para escoger una que sea efectiva y económica a la vez, debes de tener en cuenta aspectos como: su disponibilidad, independientemente del lugar donde tu empleado esté trabajando, que sea compatible con distintas aplicaciones o sistemas operativos, que su uso no requiera realizar cursos de formación para emplearla, que permita el intercambio de diferentes archivos, hacer llamadas de voz o audio o enviar mensajes. Un ejemplo de estas aplicaciones son Skype, Hangouts, Telegram o Slack entre otras.
Establece detalladamente las responsabilidades de cada trabajador y hazles saber quién será el responsable de cada uno de ellos. De esta manera, si un trabajador desconoce su tarea o cómo debe hacerla, su responsable deberá proporcionarle todas las herramientas necesarias. Pero, ¿qué pasa si la jornada laboral de tu teletrabajador no coincide con la de su responsable? Fácil, determina una franja horaria en la que los empleados se puedan poner en contacto con ellos para poner temas en común.
Uno de los mayores retos que tienen las empresas con teletrabajadores es poder controlar los resultados y el rendimiento de estos. Eso sí, si el control que ejerces es demasiado, sentirán que no se tiene la suficiente confianza en ellos. Por este motivo, lo mejor será hacer un seguimiento en función de los resultados que se obtienen. De esta manera les estarás dejando que ellos mismos descubran el mejor método para desarrollar su trabajo y conseguir los objetivos.
Muéstrales confianza. Existen casos en los que el jefe solicita una prueba fotográfica al empleado que muestre que está haciendo su trabajo, incluso justificantes si estos han tenido que acudir a algún lugar. Estudia si la efectividad ha llegado hasta el punto de mostrar total confianza con tu equipo o si, por el contrario, debes ejercer un control estricto desde un principio. Cualquiera que sea tu elección, su correcto funcionamiento dependerá de los empleados, de la cultura empresarial y de la gestión que tú mismo realices.
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