Puede que tengamos un negocio en el que solo nuestro equipo sea suficiente para el día a día. Pero a medida que vayamos creciendo o con el paso del tiempo, es probable que podamos necesitar ayuda externa. Hay muchas factores en la curva de crecimiento de un negocio y podemos requerir algún servicio externo que escape a nuestro rango de acción. En entonces cuando podemos pensar en contratar freelances o profesional ajeno a la plantilla.
El paso previo a considerar la ayuda de un freelance podría ser la creación de un nuevo puesto de trabajo en el equipo, pero esto puede no ser viable. Sobre todo en circunstancias en que nuestra necesidad sea solo algo puntual (por ejemplo, diseñar nuestra web) y que, además, nuestro nivel de facturación no sea suficiente. Es en este escenario donde casi cualquier empresa, ya sea mediana o grande, puede optar por recibir un apoyo puntual y mucho más económico con necesidades específicas.
Por eso, siempre cabe plantearse la "llamada de rescate" a un trabajador freelance. Es decir, a un trabajador autónomo que no trabaja para una sola persona, sino que cuenta con una variada cartera de clientes que suelen necesitar sus servicios para ir resolviendo determinadas tareas o proyectos. Los ejemplos son tan variados como profesiones existentes en el mercado laboral. Si te estás planteando esta opción, conviene recordar las ventajas e inconvenientes de contratar a un freelance.
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Ventajas e inconvenientes de contratar a un freelance
El trabajo y aporte de cualquier freelance es absolutamente indudable. Sin embargo, podemos encontrar algunas ventajas e inconvenientes en este modelo de contratación de servicios.
Ventajas
- La solución a una necesidad: la falta de recursos en nuestro negocio es la principal llamada para plantearnos la contratación de un freelance o trabajador externo. Por ejemplo: una pequeña empresa que quiera lanzar una comunicación a los medios y no cuente con un departamento o responsable de comunicación puede encontrar freelances para llevar a cabo la estrategia.
- Para presupuestos ajustados: la contratación de un profesional dentro de la plantilla puede no ser viable, pero sí los servicios de un freelance que puedan sacar adelante un proyecto de manera puntual.
- Profesionales contrastados: por lo general, un freelance tiene un bagaje demostrable y la experiencia de haber trabajado en proyectos similares. Esto supone una tranquilidad ya que entenderá perfectamente nuestras necesidades y nos ofrecerá un plan de acción acorde a las mismas.
Inconvenientes
- Disponibilidad: un freelance trabaja con varios clientes. Eso significa que puede que no esté disponible cuando lo necesitemos en un momento dado. En ese caso, deberemos buscar a otro freelance, pedir recomendaciones o plantearnos la contratación de una persona para esa tarea.
- El coste a largo plazo: aunque para una tarea puntual puede ser la mejor opción para un presupuesto ajustado, la necesidad constante de un freelance puede suponer un gasto mucho mayor que si nos planteamos la creación de un puesto fijo en nuestro negocio.
Conclusiones
La contratación de freelances es una excelente opción, sobre todo para autónomos o pequeñas y medianas empresas. En estos casos, puede resolver muchas de las papeletas que nos serían imposibles sin estos profesionales. Sin embargo, a largo plazo conviene valorar si lo que realmente necesitamos es un profesional integrado en nuestra plantilla y equipo.
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