"Reinventarse o morir". Esta frase hecha es algo más que un tópico: es una realidad. En un entorno extremadamente competitivo y cambiante, la única manera de despuntar es ser capaz de reinventarse, de lograr hacer un ejercicio de reflexión y autocrítica, para reformar la estrategia y el modelo de negocio. En definitiva, cambiar para sobrevivir. Te contamos algunas de las claves para lograrlo.
Revisa tu modelo de negocio actual
Analiza las fortalezas y debilidades de tu estrategia para lograr una visión completa de la situación en la que se encuentra tu empresa. ¿Cuáles son tus carencias? ¿Qué puedes mejorar? ¿En qué sobresales? Deberás tener en cuenta este análisis a la hora de planificar tu estrategia para intentar potenciar las fortalezas y superar las debilidades.
Conoce el mercado
Valora las amenazas y las oportunidades que presenta el mercado en el que operas. Infórmate de las novedades del sector con el fin de poder implementarlas y estar preparado para solventar cualquier imprevisto. El objetivo es transformar las amenazas en oportunidades con creatividad y detectar y aprovechar las segundas.
Estudia tu competencia
¿Quiénes son tus competidores principales? ¿En qué aventajan a tu empresa? ¿Tienen algún nicho sin cubrir? Analiza exhaustivamente las fortalezas y debilidades de tu competencia para averiguar cómo puedes diferenciarte.
Determina cuál es tu modelo de negocio ideal
Una vez te conozcas a ti mismo, al mercado y la competencia llega el momento de definir un objetivo principal: ¿Qué quieres llegar a ser? Piensa en empresas que hayan hecho algo parecido, estúdialas. Sé realista, pero aspira alto.
Aprende a escuchar
Escucha a los que te rodean. Atiende tanto a tus clientes como a tus proveedores, seguro que tienen algo que aportar. Pregunta, y aprende y valora las críticas.
Fórmate
Amplía tu formación en otros campos, investiga, lee y busca nuevos caminos. La formación continua es imprescindible si quieres evitar quedarte atrás
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Agudiza el ingenio. Innova
La capacidad de inventiva es fundamental para lograr diferenciarse. Piensa en valores añadidos, en proporcionar al cliente aquello que realmente necesita, en hacer las cosas de una forma distinta. Arriesga, pero sin improvisar.
Defínete
La pregunta fundamental es "¿Cómo te ves a ti mismo?". A partir de esa cuestión, plantéate una serie de interrogantes que ayuden a definirte de cara a los clientes actuales y potenciales: ¿Con qué recursos cuentas? ¿Qué servicios ofreces? ¿A quién te diriges? ¿Qué te diferencia?
Comunícate
Una vez tengas claro quién eres y a quién te diriges, asegúrate de comunicar bien tu negocio, tanto de cara a conseguir nuevos clientes como para fidelizar a los actuales. No son necesarias grandes inversiones, puedes aprovechar los canales que ponen a tu disposición las nuevas tecnologías. Sé sincero, directo y transparente; responde tanto a comentarios positivos como a las críticas y aprende a traducir las opiniones que recibas en cambios.
Elabora y pon en práctica tu nueva estrategia
Ten en cuenta todo lo aprendido en los pasos anteriores y define una estrategia de manera clara, con objetivos y fechas clave que deberás evaluar y redefinir cada cierto tiempo si quieres que el cambio sea constante. Ten en cuenta que deberás ser flexible: seguramente surgirán imprevistos, pero así tendrás las cosas más claras cuando éstos lleguen. Comunica todos los cambios a tus trabajadores, e implícalos en el proceso.
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