Parece que en los últimos años la palabra emprendedor se ha puesto de moda con el nacimiento de pequeñas empresas de todo tipo. Emprender no es algo que se haga de un día para otro, sino que va por fases y en la fase inicial muchos de los participantes tienen que involucrarse parcialmente o no triunfarán. Es muy importante analizar las necesidades del proyecto con la disponibilidad de los participantes y por eso hoy os traemos algunos consejos para emprender a tiempo parcial.
Claves para poner en marcha un negocio a tiempo parcial
El tiempo
Desde el principio conviene que te traces unos horarios estrictos para dedicarlos a tu idea. Puedes trabajar en ella desde las 10 hasta las 13 horas o de 17 a 19 horas. Basta con que te fijes un tiempo en el que estés al 100% concentrado. Pero no tenemos que volvernos locos. Si un día no puedes en ese momento lo puedes recuperar más tarde. También puedes dedicarte 24/7 a tu idea. Tú decides: todo depende de tu disponibilidad y de que el tiempo que le dediques sea efectivo.
El equipo
Seamos claros: aunque intentes cargar con el peso de todo el proyecto, en la mayoría de las ocasiones tendrás que delegar en otras personas, bien porque no tienes tiempo o porque es un ámbito que te supera. Al hacerlo liberarás espacio de tu agenda que podrás enfocar de una mejor forma.
Las funciones
Una vez dejado claro que no eres omnipotente, debes establecer el ámbito de actuación de cada miembro del equipo. Por ejemplo, si vuestra idea gira en torno a la creación de una aplicación determinada, el diseñador de páginas web debe dedicarse solo a que la web sea fácil e intuitiva y que otra persona -un periodista, por ejemplo- se encargue de la comunicación con los medios y con el resto de compañías. Si cada uno realiza lo que mejor se le da, el proyecto irá hacia delante.
El contacto físico
Puede que los integrantes de la startup no viváis cerca los unos de los otros, pero mantener un espacio de trabajo común -una o dos veces a la semana- os vendrá bien para repasar toda vuestra actuación hasta el momento. Las reuniones en restaurantes o cafés pueden ser una solución, pero conviene tener a mano un espacio de oficinas para reunirse con los posibles inversores o compañías que quieran ser partícipes de nuestra idea.
Trazad un pequeño-gran plan
Vuestra actuación a corto plazo debería de ser lo más importante. Realizad un plan con algunos retos e id observando si vais cumpliendo con los plazos y objetivos o no. Aquí vuelve a ponerse de manifiesto la importancia de las reuniones en equipo tanto física como virtualmente. Disponemos de herramientas y aplicaciones que cumplen con esa función como Skype, Viber, Facetime, Hangouts e incluso Whatsapp. Las posibilidades de comunicarse son infinitas.
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Formación continua
La función que cumple cada uno de los integrantes de vuestra idea de negocio es vital para el desarrollo de la misma. Aun así, no debemos conformarnos con los conocimientos que poseemos y la asistencia talleres o charlas puede significar un plus en nuestro bagaje como trabajadores y emprendedores.
Networkings
Al principio de toda aventura empresarial es normal que no contemos con los contactos adecuados. Una buena opción es realizar networkings o asistir a ellos para poder conocer a gente del sector -o ajena a él-. No solo para contratar a otros sino para ver y tomar ideas de cómo lo hacen otros en una situación parecida a la tuya, aprender y mejorar. Esta actividad puede suponer una gran baza a tu favor.
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