En un contexto de crisis económica, la bajada de precios es el principal reclamo para captar a los clientes. Aunque muchos optan por este modelo de negocio a cambio de bajar la calidad de sus productos, un negocio low cost no debe ser sinónimo de poca calidad. Te contamos una serie de consejos para que puedas crear tu propia empresa de "precios bajos" sin renunciar a la calidad.
Si bien es cierto que asociamos generalmente el término low cost a negocios que ofrecen productos o servicios mediocres, lo cierto es que este modelo está cada vez más obsoleto. Sí, es cierto, todos queremos comprar gangas, pero en ocasiones precio y calidad parecen estar reñidos. Por ello, cuando un negocio ofrece ambas cosas juntas, el éxito está casi garantizado.
También te puede interesar Ideas de negocio para trabajar desde casa.
Actualmente podemos encontrar en muchas ciudades españolas restaurantes con una estética cuidada y un buen producto a precios muy asequibles que nos hacen pensar: ¿cómo es posible? La respuesta está en buscar la forma de maximizar el beneficio bajando los precios y sin renunciar a la calidad, o al menos haciéndolo lo menos posible. Algunos de estos restaurantes cambian poco sus menús, ofrecen menos variedad de platos, aumentan el número de mesas y realizan unos servicios rápidos para que la rotación de clientes sea la mayor posible. Es más, en algunos casos no permiten reservas, de esta forma evitan que un retraso por parte de los comensales implique tener una mesa desocupada por un periodo de tiempo en el que podrían estar ofreciendo un servicio. De esta forma, generan más clientes en el mismo tiempo y no tienen por qué disminuir la calidad u ofrecer un espacio desamparado que invita poco a repetir.
Una de las claves está en reducir al máximo los costes, ya sean de producción, proveedores, etc. Eso sí, nunca se deben bajar los salarios de los empleados para reducir costes, un empleado desmotivado puede hacer que baje la calidad del servicio y con ello la satisfacción del cliente. Un ejemplo de reducción de costes es el de los gimnasios low cost, que utilizan vídeos en lugar de instructores para impartir sus clases. Esto ayuda a disminuir la cantidad de personal y mantener contento al que se tiene.
Para reducir los costes debes buscar buenos proveedores con los que negociar el precio. Si vendes más cantidad, puedes negociar de esta manera, menos precio a cambio de comprar más cantidad.
Centrarte en menos variedad de productos aumenta tu producción
En el caso de que seas tú quien fabrique o elabore mercancías, una menor diversidad de tu catálogo o menú significará poder aprovechar al máximo el tiempo de producción por lo que podrás fabricar más en menos tiempo.
Crea sinergias
Busca otros negocios con los que poder intercambiar "favores" o publicitarse mutuamente. Por ejemplo, ofrece tu bar como espacio expositivo para artistas que traigan a sus conocidos a consumir a él u ofrece a otros negocios de la zona intercambiar publicidad.
El aspecto importa. Si quieres huir de esa imagen de low cost como sinónimo de "cutre", debes luchar contra ello a través de tu local, tu web, el packaging y cualquier otro elemento que entre por los ojos de los potenciales clientes.
Cobra los extras para compensar
Los clientes están dispuestos a sacrificar ciertas cosas o a pagar por ellas si quiere mejorar el producto final o la comodidad de un servicio. Por ejemplo, vendes helados artesanos a bajo precio, pero solamente la tarrina básica, a la cual puedes añadir toppings deliciosos que mejoren el resultado final, pero esos toppings, se pagan aparte. El cliente puede elegir entre la opción básica más barata o mejorar pagando los extras. Ikea es un ejemplo de este modelo, ya que vende muebles y elementos de decoración baratos, pero si quieres que te los lleven a casa o que alguien te los deje montados, tendrás que pagar un extra que compensa el bajo coste de la mercancía. Una opción de subir estos precios sin que el cliente sienta que tus precios no son tan competitivos es añadir palabras como "premium" a los productos más especiales y que por tanto conlleven un coste algo superior.
La presencia en Internet es esencial
Para ello debes trabajar en una web bonita y funcional que no tiene por qué ser cara, al contrario, es una herramienta que, bien gestionada, puede atraerte gran cantidad de clientes. En ocasiones, esta puede ser tu única puerta de conexión con el mundo, es decir, puedes basar tu negocio en el mundo online, lo que abarata costes frente a una tienda física. Sea como sea, no escatimes esfuerzos en esta herramienta, al igual que debes dedicar tiempo y esfuerzo a las redes sociales, que actualmente pueden ser tu mejor baza promocional. Crea buenos contenidos, tomas buenas imágenes de tu producto o empresa y demuestra que low no significa malo.
Elimina intermediarios
Todo lo que sea acabar con procesos intermedios entre el producto y la venta será reducción de costes que luego puedan permitirte disminuir los precios. En ocasiones esto no es sencillo, pero si lo consigues verás que el esfuerzo ha merecido la pena, ya que el margen puede ser bastante grande.
Estos son solamente algunos de los consejos que puedes tener en cuenta a la hora de crear tu empresa basada en el modelo de negocio low cost. Para que funcionen, ¡contrata la mejor tarifa de Internet y telefonía para empresas!