Hay una serie de conceptos financieros básicos que debes conocer a la hora de montar cualquier negocio. Y hoy aprenderás que es el capital fijo, diferencias con capital circulante y por qué este concepto es tan importante.
La salud financiera de una empresa o negocio es muy importante para conocer el estado de las cuentas y poder actuar de forma conveniente. En este post vamos a ver qué es este concepto, así como algunos ejemplos.
¿Qué es el capital fijo?
El capital fijo es un término muy habitual en el mundo de la contabilidad y la gestión empresarial. Hace referencia a los activos de larga duración que una empresa utiliza para producir bienes o servicios.
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Estos activos son fundamentales para las operaciones diarias de la empresa y, a diferencia del capital circulante, no se consumen o venden durante el ciclo operativo normal de la empresa.
Dentro del capital fijo, encontramos elementos tangibles e intangibles. Ejemplos de capital fijo lo vemos en maquinaria, edificios y fábricas o vehículos en el caso de bienes tangibles, así como patentes o licencias en el caso de bienes intangibles.
Hay que tener en cuenta que estos activos tienen una vida útil de más de un año y son imprescindibles para el proceso productivo o la prestación de los servicios que ofrezca tu empresa. Lógicamente, pierden valor con el paso del tiempo, es decir, se deprecian por el uso o desgaste.
¿Qué diferencias hay entre capital fijo y circulante?
Te invitamos a pasarte por este artículo donde te hablamos del capital circulante para que entiendas bien este concepto; a continuación vamos a centrarnos en las diferencias que hay entre este término y "capital fijo".
El capital fijo difiere significativamente del circulante en varios aspectos. Mientras que el capital fijo está destinado al uso a largo plazo y no se convierte fácilmente en efectivo, el capital circulante consiste en activos que pueden convertirse rápidamente en efectivo dentro de un ciclo operativo normal, como inventario o cuentas por cobrar.
Así que la principal diferencia radica en la liquidez y el tiempo de uso. El capital fijo tiene una vida útil prolongada y contribuye a la capacidad productiva a largo plazo de la empresa. En cambio, el capital circulante es de naturaleza más fluida y transitoria, manejando las necesidades operativas y financieras a corto plazo. En el caso de capital circulante podemos verlo en dinero en efectivo, activos en bolsa...
Ejemplos de capital fijo
Para que entiendas mejor lo que es el consumo de capital fijo, vamos a darte una serie de ejemplos que te harán entender el concepto y las diferencias entre capital fijo y circulante.
Por ejemplo, tenemos el material industrial. Una fábrica utiliza diversas máquinas y equipos para la producción de sus productos. Estos activos (prensas, tornos, toros, montacargas...) son ejemplos clásicos de capital fijo, ya que contribuyen directamente al proceso productivo y suelen requerir una inversión significativa.
Los edificios donde se llevan a cabo las operaciones de una empresa son otro ejemplo de capital fijo. Aquí podemos encontrar tanto las oficinas administrativas como las plantas de producción; su vida útil es muy larga. Y los vehículos utilizados para transporte y logística, como camiones y furgonetas, también son parte del capital fijo.
Antes te hemos dicho que el capital fijo puede ser tangible o no. Los activos intangibles, como el software de gestión empresarial o las patentes son otro ejemplo de capital fijo.
Desde MÁSMÓVIL NEGOCIOS esperamos haberte ayudado a comprender qué es el capital fijo, diferencias con capital circulante y ejemplos para que entiendas este concepto correctamente.
