La crisis ha dejado efectos adversos sobre la economía de una forma homogénea, y eso ha evidenciado las carencias de muchos. De algunos sectores dependientes del consumo, y de empresarios y autónomos en situaciones excepcionales.

En el caso de estos últimos, el impacto ha sido tal, que las instituciones han tenido que priorizar las ayudas para subsanar la escasez de liquidez. Y dentro de este mismo colectivo, aquellos con algún tipo de discapacidad, se han visto doblemente reforzados.

Hoy en MÁSMOVIL Negocios recuperamos las ayudas que ya estaban disponibles antes de la crisis para los autónomos con discapacidad, y añadimos algunos refuerzos privados contextuales.

Ayudas para autónomos con discapacidad

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Autónomos con discapacidad: un colectivo creciente

Aunque la discapacidad lleve a pensar en supuestos paradigmáticos y muy reducidos, lo cierto es que España tiene un creciente número de trabajadores con alguna contraprestación física o mental.

Según datos oficiales del Ministerio de Empleo, el pasado 2019 finalizó con 22.694 afiliados a la base del RETA, con alguna discapacidad igual o superior al 33% estipulado por ley. Esto supone un aumento del 5,44%, respecto al 7,6% del ejercicio previo.

El crecimiento se deriva de un descenso de la discriminación de las empresas, y de ciertos ajustes legales que ahora abre la recepción de bonificaciones también a aquellos con discapacidades sobrevenidas. Es decir, accidentes laborales graves.

Para todos ellos, tanto la tarifa plana aprobada hace menos de una década, como la cotización estándar bajo la que se regula a todo trabajador por cuenta propia, supone una carga tributaria especial que está protegida con prestaciones públicas de carácter social.

 

Ventajas frente a la Seguridad Social

En España el acceso a todas las prestaciones por discapacidad está reguladas bajo una condición sine qua non que solo se puede cumplir si así lo desea un tribunal médico especializado.

Una vez que al trabajador le es reconocida la discapacidad de al menos un 33%, puede comenzar a informarse de la variedad de facilidades dispuestas entre las instituciones. Y eso incluye a las ofertadas por la propia Agencia Tributaria.

Si eres un autónomo nuevo, o no has estado dado de alta en el RETA en los dos últimos años, entonces puedes disfrutar de la conocida tarifa plana, que reduce la aportación mensual de 286,15  a tan solo 60 euros.

Ahora bien, en caso de autónomo con discapacidad, los tramos de bonificación son algo diferentes: los mencionados 60 euros durante el primer año, y un 50% de reducción sobre la cuota estándar durante los cuatro años restantes.

En el supuesto de una cotización por otra base distinta a la mínima, la reducción asciende hasta el 80% con el mismo aumento de la aportación sujeta al paso de los meses. A estas ayudas, además, se puede volver a acceder una segunda vez si han transcurrido tres años desde la baja.

 

Deducción del IRPF

Dejando de lado la propia contribución al fondo de pensiones, los autónomos con discapacidad también pueden beneficiarse de una interesante deducción del Impuesto a las Rentas de Personas Físicas (IRPF).

Se trata de una bonificación especial relacionada con el IRPF de los seguros de cobertura propia/familiar, y la desgravación asciende hasta los 500 euros por beneficiario, y hasta los 1.500 euros en caso de poseer una discapacidad.

 

Discapacidad sobrevenida

El pasado 2019 el reglamento recibió una actualización de cara a ampliar la cobertura para aquellos trabajadores víctimas de un accidente laboral incapacitante.

A las secuelas provocadas se las conoce como discapacidades sobrevenidas, y hasta ahora no eran tratadas como las discapacidades convencionales. Para estos trabajadores, las bonificaciones se equiparan al del resto de discapacitados, bajo unas condiciones:

  • Actividad iniciada antes del 1 de enero de 2019 y discapacidad reconocida después de esa fecha.
  • Nueva discapacidad reconocida tras agotar las bonificaciones de la Seguridad Social por discapacidad convencional.
  • Discapacidad reconocida durante la cobertura de la tarifa plana de autónomos, o la tarifa especial para trabajadores del campo.
  • Discapacidad declarada durante la cobertura por víctima de violencia de género o víctima del terrorismo.

 

Ayudas complementarias para autónomos con discapacidad

Junto a las bonificaciones principales, la Orden TAS/1622/2007, de 5 de junio, también contempla una serie de concesiones pensadas para la promoción del empleo autónomo en el colectivo.

Para acceder a estas prestaciones solo se exige el certificado de discapacidad de al menos un 33%, y permanecer dado de alta como autónomo al menos durante tres años.

  • Ayudas a la inversión inicial: para los emprendedores con discapacidad, las instituciones recogen prestaciones que van desde los 5.000 hasta los 10.000 euros en función de la Comunidad Autónoma y de los factores particulares de cada caso.
  • Intereses especiales: la concesión de préstamos para poner en marcha un negocio como autónomo con discapacidad está sujeta a tipos de interés que rondan una reducción de 4 puntos en referencia al sobrecargo estándar.
  • Asistencia técnica: coberturas de hasta el 75% de los costes de los servicios prestados relacionados con la actividad, con un máximo por persona de 2.000 euros.
  • Ayudas a la formación: coberturas del 75% del coste de cursos de gestión y dirección empresarial, hasta un importe máximo de 3.000 euros.

 

Ayuda especial durante la crisis del coronavirus

Si las pymes y los autónomos han sido los más perjudicados por el congelamiento económico, los trabajadores por cuenta propia con discapacidad han sido doblemente golpeados por las dificultades inherentes a su propia condición.

Pensando en ellos, la Fundación Universia ha puesto en marcha un paquete de ayudas valorado en 90.00 euros, pensado para todos aquellos perjudicados por los efectos de la pandemia. ¿En qué consiste?

Una comisión evaluadora formada para el caso evaluará las solicitudes de los autónomos discapacitados que hayan sufrido total o parcialmente los efectos de la crisis. A 90 de estos se les concederán 1.000 euros a fondo perdido.

Para optar a estas dotaciones en necesario rellenar el formulario ofrecido desde la web oficial de la fundación antes del 23 de junio de 2020.

La resolución se dará a conocer el próximo 31 de julio, y estará condicionada por factores como la transición ecológica, la economía sostenible y el impacto social de los negocios.

 

 

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Y tú, ¿ya estás al día con todas las prestaciones para los autónomos con discapacidad?