No han dejado de acaparar titulares en los últimos meses; para bien y para mal. Porque las siguen amparándose bajo el propósito de convertirse en una alternativa legal al dinero, pero también porque no se libran de las polémicas al daño medioambiental o la especulación.
A todo ello recientemente se ha sumado el paso atrás de Tesla y su venta de vehículos o la prohibición del Banco Popular de China de que entidades del país presten servicios relacionados con las criptomonedas, entre otros sucesos.
Esta vorágine pesimista hundía el pasado mayo el valor del bitcoin un 25%, alejándole del valor máximo histórico de 63.000 dólares que había rondado solo unas semanas antes. ¿Finalizará la caída y recuperará la senda alcista?
Ahora los analistas se dividen entre aquellos que piensan que la moneda bajará hasta los casi 20.000 dólares —recuperando niveles de finales de 2017— y entre los que ven este tropiezo como una simple corrección más.
Lo cierto es que la caída del bitcoin ha provocado un efecto de arrastre para el resto de divisas, y claro, miles de inversores del mercado de las altcoins también han terminado viéndose afectados.
Por eso, tanto para los que apuestan por la gran protagonista, como para los que ponen la mirada en alguna de las miles de criptomonedas alternativas, este 2021 supone un escenario de inversión paradigmático.
Hoy en MÁSMÓVIL Negocios, lejos de conclusiones absolutistas o maniqueas, sobrevolamos el concepto de las altcoins para destacar las más interesantes sin ignorar la volatilidad que controla la actualidad económica.
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Del Bitcoin a las altcoins: ¿de qué estamos hablando exactamente?
Cuando Satoshi Nakamoto creó el Bitcoin en 2009 lo hizo disponiendo de una plataforma conceptual —código open source— sobre la que otros desarrolladores podrían innovar. Así fue como en 2011 el Litecoin (LTC) daría inicio al fenómeno del que hablamos hoy.
Las altcoins en esencia no son más que criptomonedas alternativas al Bitcoin. Se hace esta distinción porque aunque estos valores comparten la lógica peer-to-peer y el mismo código que la moneda principal, divergen enormemente en los objetivos y aplicaciones.
De esta forma, si el Ethereum es conocido por su papel en el intercambio de smart contracts, cada criptomoneda encuentra su nicho en vertientes del blockchain distintos; a veces con algoritmos idénticos y otras con POW (prueba de trabajo) o incluso POS (prueba de participación).
“Al separarse del Bitcoin de esta manera, las altcoins han terminado creado un propio interesante para inversores que ven en ellas un potencial real como alternativa a la divisa central”, apunta Investopedia.
Eso explica por qué en la actualidad existen entre 8.000 y 10.000 criptodivisas —así como tokens— y por qué el número no deja de aumentar día a día. En abril, cuando el mercado vivía su mejor momento, las altcoins representaban el 30% de la capitalización total (unos 652.000 millones de dólares).
Es posible encontrar casi 1.000 divisas que superan los 2.200 millones de dólares por sí solas. ¿Quiere eso decir que son infalibles? No y de hecho comparten los mismos males que el Bitcoin.
“Es un binomio desigual”, señalan. “El número de altcoins que cotizan en los mercados se ha multiplicado en la última década, atrayendo a hordas de inversores minoristas que apuestan febrilmente por sus movimientos de precios para amasar beneficios a corto plazo”.
Estos pequeños ahorradores, sin embargo, no cuentan con el capital suficiente como para generar liquidez en el mercado. Lo que unido a la ausencia de regulación —en vísperas de solución—, dibuja un entorno increíblemente volátil.
De ahí que a la hora de invertir, los asesores redoblan sus advertencias y exijan un estudio y conocimiento actualizado de las divisas sobre las que se quiere apostar.
Tipos de altcoins
Aunque no existe una categoría oficial sí es posible dirimir entre las distintas criptodivisas atendiendo a su funcionamiento más integral. Habitualmente solo se suele hablar de las basadas en la minería, pero existen otros proyectos.
- Minadas: utilizan algún tipo de protocolo de consenso para mantenerse y aumentar. Tanto la POW como la POS son una suerte de desafío que han de cumplir los mineros para generar divisas y llevarse una recompensa. Aplica tanto al Bitcoin como al Litecoin, Monero o Zcash.
- Stablecoins: nacieron para dar una respuesta a la volatilidad de las anteriores. Lo logran “vinculando su valor a una cesta de bienes, ya sean monedas fiat, metales preciosos u otras criptodivisas”. Esto hace de reserva en caso de que los inversores fallen. Destacan Tether, DAI o Diem (la apuesta de Facebook).
- Security Tokens: valores que ofrecen derechos financieros a los inversores (acciones, dividendos, derechos de participación, etc). Estos se registran en un smart contract y se almacenan en la blockchain. “Los tokens de seguridad suelen ofrecerse a los inversores a través de ofertas ICO”.
- Utility Tokens: “se utilizan para proporcionar servicios dentro de una red”, indican. Por ejemplo pueden utilizarse para comprar servicios o canjear recompensas. En la práctica son empleados como resguardo de participación en ventas masivas para reunir capital en proyectos.
Esta tipología, eso sí, no sirve como referente universal para las altcoins. Su escaso recorrido en el mercado y la inexistencia de normas de juego claras a nivel legal empuja a la adopción de enfoques muy variados e igual de válidos.
Para el analista Willy Woo, por ejemplo, solo existen dos clases de divisas: las degeneradoras y las oscilantes. Unas abocadas a la desaparición por el desinfle de la capitalización con el paso del tiempo, y otras sujetas a las variaciones de precio del propio Bitcoin.
"Una de las principales características de las oscilantes es que siguen las ganancias del BTC/USD. Esto implica que deberían variar durante al menos un ciclo alcista, que equivale aproximadamente a un período de 4 años".
Altcoins más interesantes este 2021
A tenor de la extensa lista de posibilidades que ofrece el mercado, no solo merece la pena acudir a expertos y asesores financieros, sino que se recomienda también explorar la red. En ese sentido, World Coin Index y CoinMarketCap son herramientas de gran valor.
Estos sitios funcionan como centros de información en los que se puede encontrar toda la actualidad de cada divisa, y también como mercados digitales; es decir, se puede consultar la progresión de cada valor en tiempo real y acceder a herramientas de inversión.
Podemos acceder por ejemplo a CoinMarketCap y de un simple vistazo observar si el mercado está sumido en un ciclo bajista o alcista prestando atención a los verdes y rojos. No hay que olvidar que en el mundo de las criptodivisas las fluctuaciones son tremendamente contagiosas.
Antes de lanzarte a invertir debes elegir la wallet adecuada —no importa el tipo— dependiendo de las divisas a las que quieras apostar. Algunas de las más famosas son Coinbase, Coinomi Bitpay, Trezor o Electrum.
Tras eso ya podrás empezar a estudiar el mercado para elegir las mejores opciones de diversificación.
Ethereum
La divisa creada por Vitalik Buterin en 2013 es la opción más famosa que ofrece actualmente el frente de las altcoins. Su concepto de plataforma de smart contracts para la creación de aplicaciones descentralizadas (DApps) la sitúan en una posición de futuro ventajosa.
“Es una de las mejores altcoins disponibles por dos motivos”, explican desde InvestmenU. “Tiene la segunda mayor capitalización del mercado crypto y está asociada a un porcentaje dominante del mercado de las NFT”.
Contagiado por la caída del Bitcoin, el Ethereum perdió el pasado mayo casi un 40% de su valor, pero en lo que va de año acumula un saldo positivo del 250%. “Creemos que rebotará para final de año”.
Stellar Lumens
Este altcoin tiene como objetivo proveer productos financieros a personas que no tienen acceso a bancos tradicionales. En la práctica Stellar es un sistema de pagos —Lumen es el token— que actúa como intermediario en transferencias internacionales.
Hace un tiempo se bifurcó en Ripple y desde entonces ha operado desde su propia red: el “Stellar Consensus Protocol”. ¿Por qué resulta interesante? Con la mitad de la población mundial sin cuentas bancarias, y los mercados emergentes en auge, su empuje es prometedor.
Se crearon originalmente 50.000 millones de Stellar (XLM) y ya hay en el mercado más de 23.000 millones. El resto permanece almacenado a la espera de que otros frentes en crecimiento se sumen a su POS.
Litecoin
Aunque es una de las altcoins más antiguas, en la actualidad sigue ostentando una de las posiciones de referencia en el mercado. El Litecoin (LTC) fue creado en 2011 por un ingeniero de Google y Coinbase para solventar uno de los problemas del Bitcoin: la velocidad.
Está considera como la plata de las criptodivisas —siendo el oro la invención de Nakamoto— y su accesibilidad a la hora de minar la dotan de una gran competitividad. Su mayor ventaja, no obstante, sigue siendo la mencionada velocidad.
“Los tiempos de transacción son casi instantáneos y tiene una de las tarifas más bajas”, apuntan. “Esto se traduce en la posibilidad de enviar Litecoin a todo el mundo en menos de tres minutos”. El límite de esta divisa está en los 84 millones de monedas y ya hay en circulación unos 55 millones.
Tether
Invertir en altcoins implica afrontar una gran volatilidad. Por eso el papel de Tether como stablecoin de referencia en el mercado es fundamental en cualquier cartera. Con ella no obtendrás rendimientos, pero sí protegerás tu dinero en épocas de inestabilidad como esta.
En su origen Tether estaba respaldado 1:1 con dólares estadounidenses, pero hoy ya no es así. “Actualmente representa más de la mitad del mercado de stablecoins y su adopción sigue aumentando”, destacan.
Con casi 72.000 millones de dólares en circulación, el ticket USDT es uno de los que más aceptación tiene en la industria y está en casi todos los exchanges. Además goza de una gran liquidez gracias a la sencillez que representa la capitalización en dólares.
Binance Coin
Si hay que destacar un utility token ese es el de Binance. El exchange más utilizado del mundo lanzó en 2017 la Binance Coin (BNC) para que los cada vez más numerosos usuarios del servicio pudieran pagar los costes de las transacciones de su propia blockchain.
Esta divisa está basada en la red Ethereum y se considera un activo deflacionario porque Binance destruye cierta cantidad del suministro total cada 3 meses. Cuando llega al 50% cesará la operación para retener unos 100 millones de BNB.
¿Por qué es interesante? Además de por su propio valor en el exchange, la divisa ejerce como puerta de entrada obligada para una gran parte de los inversores interesados en apostar por las altcoins.
En cuanto a su viabilidad, InvestU asegura que “ha experimentado un asombroso aumento de valor este año. Empezando con sólo 38 dólares por token, se ha disparado hasta casi 700 dólares”.
Las valoraciones vertidas en este artículo son opiniones de carácter particular y no representan una recomendación de inversión concreta. Para maximizar los beneficios de tu capital consulta con un especialista para que te asesore conforme a tus necesidades.
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