Una idea de negocio tiene que tener unas bases sólidas y una gran estrategia por detrás. Sin embargo, eso no lo es todo. A la hora de vender tu proyecto a inversores, gran parte del éxito radica en la manera en la que lo cuentas para que consiga captar la atención, y esta ha de ser lo suficientemente potente para lograrlo en el menor tiempo posible.
De ahí nace el término elevator pitch, que como su propio nombre indica, se trata del discurso que te daría tiempo a tener en un trayecto en ascensor. Este concepto, que fue creado por el empresario Philp B. Crosby en el año 1980, se refiere básicamente a la exposición de una idea empresarial en un tiempo de entre 1 y 3 minutos.
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Consejos para hacer un buen elevator pitch
Posiblemente, si tienes que 'vender' las claves de tu proyecto, te encuentres con que hay muchas cosas que consideras de relevancia para contar. A continuación, te damos algunos tips para que determines qué información es relevante y para que le saques el máximo partido a tu discurso.
1. Brevedad
Prepara un speech que no dure mucho más de 90 segundos. Los 15 primeros son muy importantes para generar la expectación e interés de tu público.
2. El mensaje
El mensaje tiene que ser claro, concreto y con fuerza. Evidentemente, no puedes explicar todo el proyecto en 90 segundos, por tanto:
- Explica el problema para el que tu propuesta es la solución.
- Describe tu producto basándote en el qué, cómo y por qué.
- Enseña el producto. Puede ser una simulación o una maqueta, esto ayudará a que tu idea cobre una mayor fuerza.
3. Ensaya y prepara la presentación
Puedes comenzar escribiendo tu elevator pitch y posteriormente practicarlo frente al espejo para determinar cuáles son tus fallos. Una vez lo tengas dominado, debes creértelo y actuar para denotar pasión y entusiasmo por la idea que propones.
Ante todo, se natural y espontáneo. Tu público sabe leer, por lo que es importante que, si te apoyas en una presentación visual, no cuentes lo mismo que aparece en las diapositivas. Se trata de generar valor adicional.
4. Prepara las preguntas
Lo normal es que, tras haber terminado de exponer, los inversores quieran plantearte algunas preguntas o resolver algunas dudas. Este es uno de los momentos en los que tienes que ser firme y no titubear. Tus respuestas deben ser claras y mostrar seguridad.
5. Cómo complementar el discurso
Aparte de describir tu producto, existe otro tipo de información que puede generar el interés de los inversores. Por ejemplo:
- Quién eres. Cuéntales brevemente sobre ti, tu experiencia, por qué puedes triunfar con tu proyecto y cuál es tu diferencia con los demás.
- Habla más detalladamente de tu target. Este punto denotará que tienes conocimiento del mercado al que te enfrentas.
- El capital. No es necesario que hables de cifras concretas, pero sí explicar cuáles son tus fuentes de ingresos.
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