Se puede aplicar tanto a la plantilla de tu empresa como a reuniones con clientes. El coffee break nace como cruce entre la tradición que existe en torno al consumo de la famosa bebida en oficinas, y la necesidad de descansar tras largos tiempos de concentración.
Dejar de trabajar, entendido desde un punto de vista puramente económico, puede llegar a ser visto como una amenaza para la productividad, pero lo cierto es que los beneficios de descansos programados y controlados son incontables.
El coffee break es un momento de esparcimiento en el que se pueden conseguir refuerzos cualitativos y cuantitativos. ¿Sabes cómo? En MÁSMÓVIL Negocios te explicamos con detalle qué es esta práctica, y cómo puedes exprimirla al máximo.
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Pasado y presente del coffee break
La revolución industrial indujo la formación de la clase obrera y el nacimiento de la lucha sindical. Los derechos laborales no tardaron en aparecer, y con ellos el descanso o "break". Durante la primera mitad del siglo XX la aparición de nuevas tecnologías y de estudios científicos en torno a la importancia de la motivación del trabajador, propagaron esta política en empresas de todo el mundo.
¿Qué se podía hacer durante este descanso? Dependiendo de la cultura del país, la práctica pasó a asociarse con una u otra bebida. En ciertas regiones pasó a denominarse "tea break", mientras que en otras cobró forma el "coffee break". El origen concreto de esta última se remonta a finales del siglo XVIII, de la mano de inmigrantes noruegos que trabajaban en Wisconsin, Estados Unidos.
En la década de los 50, el psicólogo del comportamiento John B. Watson, contribuyó a consolidar y expandir la práctica con estudios y recomendaciones que terminaron integrándose en la cultura norteamericana. El coffee break no ha hecho más que propagarse desde entonces, y actualmente es un lenguaje común entre empresas de todo el globo.
Eso sí, aunque a día de hoy algunos trabajadores siguen ejerciendo esta práctica, los ritmos impuestos por la revolución digital han trasladado la necesidad del descanso al ámbito de las reuniones, de los encuentros entre empresa y cliente, de ponencias, y de eventos con presentaciones de toda clase.
Planificación del coffee break
Es importante conocer de antemano cuánto tiempo va a durar el descanso y cuántas personas van a participar en él. En el caso de reuniones, será tan sencillo como repasar qué miembros del equipo se van a encontrar con el cliente en la propia oficina o el local elegido para tal acto. Si hablamos de una ponencia, esta variable se puede obtener de las bases de datos empleadas.
Una vez aclarado ese punto, hay que encajar el break en el timeline. Lo habitual es que el coffee break dure entre 15 y 20 minutos. Partiendo de ello, se puede contactar con el catering teniendo una idea clara de cuánta comida será necesaria, de cuántos ingerirán bebidas y comerán lo ordenado, y cuánto tiempo dispondrán para hacerlo.
Lo recomendable para potenciar el efecto psicológico del descanso, es alojar las mesas con los alimentos en una sala paralela a la del evento principal. No debe estar muy lejos, para evitar pérdidas de tiempo por traslados, y claro, debe poseer espacio suficiente para ejecutar el coffee break de la manera más eficiente posible, con:
- Bebidas en los extremos más alejados.
- Comida en el centro de la habitación.
- Provisión de baños y terrazas espaciosas.
¿Cómo sacarle el máximo partido?
En términos de reuniones y ponencias, el coffee break abre las puertas al intercambio de ideas, refuerzo de relaciones, y aprovechamiento de oportunidades. El descanso es un momento de socialización en el que, literalmente, se deja de trabajar, se interrumpe la producción, pero se abren las puertas a beneficios cualitativos propios del networking.
Coffee break con el cliente
Puedes aprovechar esos momentos para tratar con el cliente asuntos no contemplados en la reunión. Para confraternizar y sacar a colación conversaciones más informales destinadas a romper el hielo y aumentar la confianza. Todo ello revertirá en un refuerzo simbólico que permitirá alcanzar los objetivos de la reunión de forma más sencilla y eficiente.
Coffee break con la plantilla
La ley estipula periodos de descanso de al menos 15 minutos en jornadas diarias superiores a las 6 horas. De acuerdo con un estudio realizado en Estados Unidos, un 73% de los empleados cree que un área de cafetería bien equipada les haría más felices, y un 57% aseguró que les haría ser más productivos. Los motivos para enfatizar la práctica del coffee break en la oficina, dejando los saludables propios del café, son múltiples y evidentes.
Apuesta por el ambiente tipo "living": el espacio para el coffee break debe ser ameno, cómodo y agradable para favorecer la convivencia de sentimientos de bienestar y satisfacción. Apuesta por el Hygge nórdico, por madera, sillas confortables, y una iluminación cálida.
Intercambia ideas: la zona de descanso de la oficina puede convertirse en un huerto fértil para la creatividad. No importa que los trabajadores sean de equipos o departamentos distintos. Ese cruce de visiones puede generar enfoques únicos reforzando el valor de equipo en la empresa.
Empatiza, refuerza valores no laborales: del esparcimiento es fácil llegar a la intimidad de los compañeros. Durante el break se pueden compartir vivencias, experiencias personales, y todo tipo de datos más informales que permitirán reforzar los lazos familiares y amistosos del equipo.
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