Resulta inevitable cuando al acceder a una página web la vista se vaya de manera inmediata a uno de los extremos superiores o inferiores de la pantalla, donde un escueto mensaje recuerda al usuario la denominada 'política de cookies'. Un término que, si bien ya estamos acostumbrados a leer sistemáticamente y sin que a nadie le resulte extraño, no todos los usuarios llegan a comprender qué es y para qué sirve.
Las cookies no son otra cosa que ficheros informáticos contenedores de pequeñas cantidades de información. Estos archivos son creados por el servidor donde se aloja la web que se visita recopilando la información de navegación del usuario para posteriormente enviarla a un emisor, que en este caso sería el navegador utilizado.
Pero, ¿para qué sirven las cookies?
Cuando este pequeño archivo es enviado al navegador, la página web que ha desarrollado la cookie puede consultar esa información si el usuario vuelve a visitarla, de manera que ofrece muchas utilidades.
El desconocimiento de algunos usuarios acerca de la tipología de las cookies ha llevado a 'demonizarlas' en muchas ocasiones. Conviene aclarar, especialmente para los profesionales que piensan desarrollar una página web corporativa o de venta, que son un elemento creado para facilitar la navegación del usuario y mejorar la experiencia de compra, además de un aspecto clave en el desarrollo del e-commerce, puesto que sin ellas no podría instalarse la función de 'carrito'.
Sus funciones más comunes son las de facilitar un control de usuarios y personalizar sus preferencias.
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¿Cómo aplicar la 'Política de cookies'?
Aunque son un elemento legal, la transposición de la Directiva Europea a la legislación española relativa al tratamiento de datos personales y a la protección de la intimidad en el sector de las comunicaciones electrónicas exige "el consentimiento del usuario sobre los archivos o programas informáticos -como las cookies- que almacenan información en el equipo del usuario y permiten que se acceda a ésta".
Por ello, una vez que se ha comprobado qué tipo de cookies utiliza la web y obedeciendo la ley, debemos proporcionar información al usuario que contenga una explicación de qué son las cookies, su origen -si son para nuestra propia página o utilizamos servicios externos-, la utilidad y, quizás lo más importante, cómo rechazarlas. Además, este deberá ser informado explícitamente en la página de inicio, aunque la simple navegación exime al usuario de la aceptación obligatoria.
No respetar la legislación puede tener consecuencias graves, con sanciones económicas que llegan a alcanzar los 150.000 euros.
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