Las compras online aumentan día a día y los comercios tradicionales tienen que esforzarse más para llamar la atención de los consumidores. Centrarse en ciertos factores puede crear una experiencia de compra única para los clientes y agregar un valor que Internet no puede igualar.
Además del servicio al cliente, la música, los aromas y la temperatura, también es importante la iluminación de nuestro negocio. En nuestra mano está la posibilidad de jugar con esta arma de una manera que haga que los clientes se sientan cómodos e incluso compren productos que no tenían la intención de comprar en primera instancia.
Es sabido que la iluminación tiene una gran influencia en los hábitos de compra de los clientes. Gracias a esto se pueden crear diferentes entornos e influir en cómo los clientes perciben la experiencia en nuestro negocio. No hay que olvidar que el cliente que decide ir a una tienda física lo hace para ver más de cerca el producto y la iluminación puede resaltar las características del mismo o desaprovechar sus atributos principales.
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El entorno de la tienda
Antes de integrar un sistema luces en todos los rincones, debemos tener claro el clima que deseamos crear. Una de las normas no escritas es que debería coincidir con la imagen y el tipo de negocio de la empresa. La iluminación no solo ayuda a incrementar las compras, sino que también forma parte de la personalidad de la marca. Se han realizado algunas investigaciones sobre la luz y su efecto en las compras de las personas, así que es importante pararse a pensar en el tipo de emoción que queremos crear y el propósito de hacerlo.
En aquellos negocios donde es importante que los clientes prueben diferentes productos o queremos que pasen mucho tiempo en la tienda, es aconsejable utilizar iluminaciones tenues. Este estilo hace que las personas se relajen y compren con tranquilidad ni estrés.
Por otro lado, si tu negocio va en otra línea, con productos de corte baratos y necesitamos mucha actividad en la tienda, es mejor tener una luz que ilumine todo y genere una necesidad para los clientes. De esta forma se les anima a mirar todo con más rapidez, comprar y salir de la tienda. Este ambiente es perfecto, como decimos, para un flujo más frenético en la tienda.
Los estudios han demostrado que la luz tenue ayuda a los consumidores a relajarse, bajar la guardia y comprar más por hobby que por razones prácticas. Por el contrario, la iluminación brillante es más útil para las tiendas donde los clientes quieren ver más de cerca los productos o cómo funcionan.
Podremos experimentar con cambios de color e iluminación para cambiar de estrategia o implementar un diseño decorativo diferente en el espacio. El objetivo en la mayoría de los casos es crear espacio acogedor que agregue más matices a la experiencia del cliente.
Llamar la atención es una prioridad
Las luces que elijamos siempre deben coincidir con los elementos del espacio restante. Si hemos identificado áreas frías y calientes, podremos aprovechar esta información y colocar luces más cálidas donde desea que las personas pasen más tiempo y luces más frescas allá donde los clientes deban ver el producto en detalle o realizar la presentación de un nuevo producto que queramos destacar. La iluminación focalizada hace que los productos brillen de una manera que la luz natural no puede lograr, lo que afecta la manera en que los clientes opinan sobre el producto, influyendo sobre su decisión de comprarlo o no.
Además, si estamos haciendo reformas o hay un sitio particular que no queremos resaltar, la luz puede ayudarnos a disimular esas áreas, haciendo que las otras partes sean más atractivas.
Los tipos de bombilla para iluminar el local
Hay cuatro tipos diferentes de lámparas diseñadas para iluminación interior. Cada tipo tiene sus ventajas y desventajas. Idealmente, debes usar la mezcla para conseguir el estado de ánimo que deseas.
- Incandescente: emiten luz cálida en todas direcciones y son económicas, pero su vida útil es corta, consume mucha energía y tendrás que tendremos que cambiarlas con frecuencia.
- Fluorescente: dura 10 veces más que las incandescentes y consumen menos energía. Sin embargo, en muchos casos pueden resultar demasiado potentes para determinadas tiendas.
- Bombillas LED: ofrecen una larga duración, emiten luz de diferentes colores y pueden funcionar en diferentes lugares. Son algo más caras pero consumen poco y son muy fiables en el tiempo.
- Halógenos: se pueden considerar como el hermano mayor de la bombilla incandescente. También producen luz cálida en todas las direcciones, pero consumen menos energía y son más sostenibles. Su principal inconveniente es que no tienen una vida útil muy larga y son algo más caras.
Conclusiones
Está claro que la iluminación de una tienda importa y mucho, estando previamente estudiada en la totalidad de las grandes tiendas pertenecientes a multinacionales o franquicias y cada vez más en pequeñas y medianas empresas. No obstante, debemos sopesar esta estrategia en base a los costes a corto y largo plazo, como los gastos de luz y mantenimiento.
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