Suele ser entendido más como una molestia que como un proceso valioso, pero lo cierto es que es imprescindible para seguir y proteger la actividad empresarial en España.

A fecha de enero de 2020 existían en el territorio nacional un total de 2.888.317 personas jurídicas; autónomos, pymes y grandes compañías, cuyos números necesitan ser estructurados.

Así, tras el proceso revisionista "Operación 2007" se aprobó la Nomenclatura estadística de actividades económicas de la Comunidad Europea (NACE), dando inicio a una nueva era estadística en la Unión.

Solo dos años después, en 2009, apareció en escena el código CNAE, un registro que afecta a todas las empresas y autónomos, y que puede llevar a más de una confusión si se interpone en trámites burocráticos.

A fin de resolver dudas y aclarar su funcionamiento, hoy en MÁSMÓVIL Negocios desgranamos este concepto con explicaciones claras y resumidas.

Pasos para identificar nuestro Código CNAE

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¿Qué es el código CNAE?

Siendo imposible hacer un seguimiento del mercado con los nombres de los millones de empresas, la solución a la que llegaron los legisladores fue el agrupamiento por actividad económica.

Es decir, colocar a cada unidad productora en un Letra con características compartidas. Así nacía la Clasificación Nacional de Actividades Económicas, o CNAE como comúnmente se le conoce.

A cada empresa se le asigna el número de la actividad, que a su vez está recogida en una letra alfabética. De esa forma quedan bien identificadas de cara a la elaboración de estudios. Por que sí, ese esa es la principal función del código.

  • Elaboración de estadísticas nacionales con propósito comunitario.
  • Clasificación de unidades estadísticas sesgadas.

 

¿Para qué necesita la empresa el código CNAE?

Este conjunto de números suele aparecer en procesos burocráticos o en solicitudes de documentos oficiales.

Ahora bien, por ley todos los agentes económicos europeos (entre los que se incluyen a las instituciones financieras y los Gobiernos) están obligados a conocer el código CNAE que le corresponde.

Y no solo eso; las sociedades deben incluir la etiqueta en todas y cada una de las escrituras de constitución, así como en los acuerdos sociales y las cuentas anuales destinadas a los registros públicos.

Por eso, cuando una empresa cambia de actividad económica como consecuencia de una reestructuración o replanificación, esta ha de solicitar un nuevo código CNAE; validarlo ante notario y asentarlo en el Registro Mercantil.

 

¿Qué no es código CNAE?

Muchos empresarios sin conocimientos tributarios y/o burocráticos tienden a confundir el CNAE con otro término que sí tiene importancia a nivel fiscal como es el Impuesto de Actividades Económicas o IAE.

Este último es un epígrafe también numérico que señala la clasificación empleada para repartir la carga impositiva a cada persona jurídica. Es decir, si la actividad es profesional o empresarial y si está sujeta al IVA.

En consecuencia, el IAE y el CNAE comparten un mismo entorno (el empresarial) pero difieren en contenido. El primero se consulta en la Agencia Tributaria y el segundo en el Instituto Nacional de Estadística.

 

¿Cómo obtener mi CNAE?

Se puede obtener una orientación aproximada de cual será el código propio analizando en qué letra se sitúa el negocio.

Puede parecer una tarea sencilla, pero no todas las profesiones ni mercados están recogidos expresamente. Los grupos se ordenan por letras, y son los siguientes:

  • LETRA A: Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca.
  • LETRA B: Industrias extractivas.
  • LETRA C: Industria manufacturera.
  • LETRA D: Suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado.
  • LETRA E: Suministro de agua, actividades de saneamiento, gestión de residuos y descontaminación.
  • LETRA F: Construcción.
  • LETRA G: Comercio al por mayor y el por menor; reparación de vehículos de motor y motocicletas.
  • LETRA H: Transporte y almacenamiento.
  • LETRA I: Hostelería.
  • LETRA J: Información y comunicación.
  • LETRA K: Actividades financieras y seguros.
  • LETRA L: Actividades inmobiliarias.
  • LETRA M: Actividades profesionales, científicas y técnicas.
  • LETRA N: Actividades administrativas y servicios auxiliares.
  • LETRA O: Administración Pública y defensa; Seguridad Social obligatoria.
  • LETRA P: Educación.
  • LETRA R: Actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento.
  • LETRA S: Otros servicios.
  • LETRA T: Actividades de los hogares como empleadores del personal doméstico.
  • LETRA U: Actividades de organización y organismos extraterritoriales.

 

A pesar de que es el INE el responsable de administrar todos los códigos, esta no ofrece un buscador claro para los interesados. En ese sentido existen dos caminos a seguir:

  • En físico: todos los contratos de trabajo incluyen el convenio y el CIF de la empresa. Con estos datos se puede conocer la actividad específica desempeñada.
  • En digital: existen multitud de webs especializadas en este particular código y casi todas ellas ofrecen información verídica. Eso sí, como referente encontramos a www.cnae.com o www.camerdata.es, donde encontremos el mencionado CIF.

 

 

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Y tú, ¿ya sabías cuál era el CNAE de tu negocio?