Las redes sociales se han convertido en una herramienta imprescindible para empresas de todo el mundo. Son una excelente manera de interactuar con nuestro público objetivo, captar nuevos clientes y mostrar las últimas novedades. Uno de sus pilares son los followers (o seguidores) interesados en nuestra cuenta.
Como hemos visto en otras ocasiones, no todas las redes sociales son para todas las empresas. Estar presentes en ellas dependerá de la estrategia que hayamos marcado. Sea cual sea esta, el objetivo al abrir una cuenta de una empresa en una red social no debe ser ganar nuevos seguidores rápidamente y de cualquier modo. Pero en muchas ocasiones sí se establece como objetivo prioritario y de ahí que exista la compra de seguidores, una práctica que tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
Aunque en general no está bien vista, puede tener cierto sentido al menos en esos inicios en los que se inicia la actividad en algunas redes sociales. Lo ideal es que los followers lleguen de forma orgánica, es decir, porque nuestra marca y contenido generen el interés suficiente como para que las personas se decanten por pinchar en el botón de "Seguir".
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Compra de seguidores en redes sociales
Comprar seguidores en RRSS consiste básicamente en pagar una cantidad de dinero a cambio de un número de seguidores determinado; estos seguidores los genera un servicio online especializado. Esta práctica es habitual en muchas marcas que inician su actividad en redes.
Una cuenta que no tiene seguidores, o que tiene muy pocos, puede verse beneficiada con una pequeña compra inicial de followers. Puede ser una ayuda para potenciar la imagen de marca, la confianza y animar a otros a seguir la cuenta, puesto que otros lo hicieron antes. Al ver que la cuenta ya tiene algunos followers, es más fácil que las personas se sientan más inclinadas a apoyar a negocios alternativos.
La compra de cierta cantidad de seguidores, al menos en las etapas iniciales, de modo controlado, y combinada con otro tipo de estrategias, crea algo llamado el "efecto del pie en la puerta". Este nombre hace referencia a situación hipotética en la que un vendedor consigue "poner un pie en la puerta" del posible cliente que le abre, como primer paso para conseguir la venta, ya que somos más propensos a realizar una acción si esta es fácil de cumplir.
Por ejemplo, anunciar un sorteo y establecer que una de las condiciones sea tan simple como "Empieza a seguirnos para participar" crea el efecto "pie en la puerta" porque a partir de ahí es más fácil conseguir que posteriormente se acepte una petición más compleja (compartir contenido, participar en nuevos sorteos, recomendar la marca a otras personas para conseguir más followers...)
Ventajas e inconvenientes de la compra de seguidores
Además de servir como empujón inicial, hay otros motivos tras una compra de seguidores; por ejemplo, tomar ventaja frente a la competencia o dar una sensación de crecimiento en popularidad.
No obstante, algo puntual no debe convertirse en algo frecuente. Como hemos comentado al inicio, los seguidores que llegan de modo orgánico debería ser el objetivo a perseguir.
Además, los seguidores comprados suelen ser cuentas falsas o inactivas que no interactúan con tu contenido.
Dependiendo de la red social, puede que la compra de seguidores violen los términos de servicio. Si se descubre que has comprado seguidores, tu cuenta podría ser suspendida o eliminada. Por otro lado, si tus seguidores descubren que tienes followers falsos, tu reputación puede verse seriamente perjudicada, perderás credibilidad y la confianza de tus clientes (reales o potenciales) ya fidelizados.
Por último, hay que tener claro que la compra de seguidores es a menudo costosa, y el retorno de inversión real puede ser mínimo o nulo, ya que estos seguidores falsos no generarán ventas ni compromiso real.
Desde MÁSMÓVIL esperamos haberte ayudado a entender mejor las ventajas e inconvenientes de la compra de seguidores en las redes sociales de una marca. La conclusión general es que puede ser algo útil de manera puntual, pero su uso está desaconsejado como práctica continuada.