Vivimos una época convulsa en la que todo tipo de ciberataques están presentes en las empresas. Lejos de lo que se pudiera pensar, los intentos de fraude van mucho más allá de ser algo que afecta a las grandes corporaciones. Las pequeñas y medianas empresas también están expuestas a todo tipo de ataques que se producen prácticamente a diario y que, si no sabemos detectar y combatir, nos pueden afectar muy fácilmente.
Una de las claves de este asunto es que todos los trabajadores de la empresa deben estar suficientemente concienciados para no cometer un error que puede ser grave. Es decir, que las labores de concienciación y evangelización sobre dónde o no se debe tocar y de cómo detectar estos intentos de fraude son fundamentales para poder evitarlos. Por desgracia, no se pone tanto interés en ello hasta que no llega el fatídico día en el que una pequeña o mediana empresa es la nueva víctima.
Por eso motivo, vamos a ver algunos consejos y pautas básicas para poder evitar estas malas prácticas. No hace falta decir que nadie quiere que le quiten el fruto de su esfuerzo, sobre todo cuando hemos cometido algún error evitable. Por suerte en muchas ocasiones este tipo de fraude se puede detectar y los delincuentes se quedarán mirando la pantalla del ordenador sin haber recibido ni un solo céntimo.
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Fraudes en la empresa: correos electrónicos y el phishing
Sospechar de los correos extraños
Entre las múltiples variantes de este intento de fraude, se han dado casos de correos electrónicos que intentan imitar el del responsable de la empresa. De esta manera se puede recibir un correo cruzado al departamento de finanzas solicitando un pago urgente por cualquier motivo. Al creer que se trata del responsable de la empresa, el departamento de finanzas efectúa el pago.
Una vez más, la recomendación es tomar con precaución todo este tipo de correos que solicitan pagos y comprobar todo antes de realizar cualquier transacción.
Cuidado con el spam
Los servidores de correo electrónico corporativo suelen tener un potente filtro de spam, pero no funciona en ocasiones como debiera. Lleguen a la propia carpeta de spam o a la bandeja de entrada, debemos sospechar de todos los correos electrónicos que nos ofrezcan premios y dinero por el mero hecho de haberlos recibido.
Un error aparentemente tan trivial como pinchar en un enlace malicioso puede llevarnos a la descarga de alguna aplicación. Los "timos" no solo usan regalos como "cebo", también "alertan" al usuario de que hay un paquete o una carta esperando a ser recogida. Ante la preocupación de que pueda tratarse de un envío importante, muchas personas siguen esos enlaces, lo cual puede desembocar en un caso de ramsomware que encripte todos los archivos de la empresa.
Una vez más, el consejo es no seguir enlaces extraños que nos llevan a webs desconocidas y mucho menos aún descargar nada que no esté autorizado por el responsable informático de la empresa. De hacerlo tendremos que informar inmediatamente para que se puedan tomar las medidas oportunas y evitar daños mayores.
Los puntos clave para evitar el fraude
En definitiva, muchos de los fraudes más habituales pueden evitarse con unas mínimas pautas que podemos resumir en estos puntos:
- No abrir enlaces desconocidos
- No descargar aplicaciones no autorizadas por el responsable informático de la empresa
- No atender pagos urgentes o imprevistos sin comprobación previa
- Formar y evangelizar a la empresa sobre la importancia de estar preparados
- Realizar copias diarias del contenido sensible de la empresa
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