El 85% de los empleados de oficina sufren algún tipo de lesión lumbar a partir de los 50 años. Así lo reflejaba un estudio del famoso diseñador de sillas de oficina Herman Miller Group, en un estudio en 2005 en el que evidenciaba la importancia de disponer de una buena ergonomía en la oficina, de sentarse bien la silla del trabajo, a tenor de evitar problemas increíblemente costosos a largo plazo.

Parece un gasto superfluo, pero los trabajadores agradecerán poder sentarse bien y contar con una higiene postural adecuada. Y no solo eso, los problemas de salud de los empleados pueden terminar repercutiendo de forma económica y productiva a la empresa.

En casos de trabajadores por cuenta propia, las incidencias se disparan claro, y todo ello se puede evitar teniendo en cuenta ciertas consideraciones que en MASMÓVIL Negocios queremos resaltar.

Cómo sentarse bien en la oficina

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Primero la postura

De nada vale contar con una silla ergonómica y óptima si quien se va a sentar sobre ella no mantiene una higiene postural saludable. ¿Cómo se logra? Respetando cada parte de la fisionomía; con la mirada siempre al frente (horizontal a tu línea de visión) en un ángulo saludable que no obligue a girar el cuello, con los hombros relajados, y los codos pegados al cuerpo en un ángulo que oscile entre los 90 grados y los 100 grados.

Es importante que la distancia con el teclado no obligue a mantener los brazos en suspensión, y que, por tanto, los antebrazos estén apoyados sobre el escritorio. En su defecto, la silla aquí debe proporcionar apoya-brazos a una altura adecuada para permitir la posición previamente mencionada.

En el mismo sentido, las muñecas deben estar relajadas y en posición acorde al antebrazo, y la espalda —el foco de todos los problemas— ha de estar apoyada completamente en el respaldo de la silla con una curvatura natural.

Pero eso no es todo. Igual de determinante es conservar un ángulo de entre 90 grados y 100 grados en la cadera, con las piernas paralelas al suelo. Las rodillas, por su parte, deben formar un ángulo superior a esos 90 grados respecto al suelo. Y, por último, claro, los pies han de estar completamente apoyados en la superficie.

 

El descanso como origen de la solución

Puedes contar con una higiene postural y una silla adecuada, y aún así padecer dolores de espalda si no descansas. Es recomendable hacerlo cada 30 minutos realizando ejercicios de estiramiento. Para ello es necesario no solo hacer los habituales movimientos de cuello, sino también levantarse del asiento y caminar. Puedes aprovechar ese momento para ir a rellenar tu botella de agua, tomar un café, o ir al servicio.

Esas consideraciones además irán en beneficio de la vista. Ante la exposición prolongada de pantallas, es habitual que se produzcan dolores de cabeza que pueden afectar seriamente a la productividad. Aunque no hay un periodo de tiempo estipulado, es importante apartar la mirada del ordenador y apuntar hacia un punto lejano de forma intermitente. Los músculos oculares lo agradecerán.

 

Consejos a la hora de comprar una silla ergonómica

Lo importante es la silla en sí, y no la marca. Puede parecer una obviedad, pero se tiende a escoger este artículo de oficina en base a prestigio y no utilidad. El precio suele ser un buen indicador de la calidad de lo que se compra, pero aún así es interesante valorar siempre ciertas características para asegurar una buena elección. No hay que olvidar que poder sentarse bien es parte del concepto de oficina ordenada y productiva.

Has de marcarte un mínimo de al menos 200 euros para alcanzar fiabilidad. El desembolso puede incluso alcanzar los 700 euros si se opta por Aeron, la gama más alta del sector, pero un buen criterio puede salvarte de tal gasto.

Espalda

Lo prioritario es que la altura sea regulable. Ya hemos mencionado lo importante que resulta la posición del torso respecto al ordenador y la mesa. Las otras características que han de priorizarse son la colocación del respaldo y el tamaño.

Respaldo

De él depende gran parte de la higiene postural. El respaldo debe poder ajustarse de forma que la zona lumbar quede en gran medida apoyada. Hay que priorizar ajustes en torno a la inclinación, así como firmeza y su rango de movilidad. El reposacabezas siempre es un plus.

Apoyabrazos

Para conseguir que los brazos formen el mencionado ángulo de 90 grados es interesante que esta parte de la silla sea más resistente que otras piezas. Debe ser capaz de soportar el peso de quien se sienta cuando quiera levantarse. Hay ciertas marcas que además permiten regular la altura y posición.

Base

El tipo de ruedas no importan tanto como su número. La silla perfecta siempre ha de tener como mínimo cinco puntos de apoyo. Ciertos modelos también permiten cambiar el material de las ruedas dependiendo de la superficie sobre la que se vaya a colocar la silla.

Tapizado

Es parte central del diseño y por tanto la estética, pero también cumple una función práctica. Hay que optar siempre por materiales transpirables y de fácil limpieza.

 

 

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Y tú, ¿mantienes ya tienes una silla ergonómica?