Mientras unos sectores se hundían por las restricciones y los cambios en los hábitos de consumo, otros se veían beneficiados por el crecimiento de la digitalización y de determinadas demandas.
Ese fue el caso de Cuideo, la startup española dedicada al cuidado de personas mayores, que sobrevoló el aciago año de la pandemia duplicando su facturación, su cartera de clientes y sus previsiones de beneficios a futuro.
“Durante el estado de alarma no paramos ni un momento”, asegura Roberto Valdés, uno de los fundadores del negocio junto al emprendedor Adrià Buzón y su hermano Alejandro Valdés. “Prestábamos un servicio esencial y también salimos beneficiados del cierre de los centros de día”.
Su posicionamiento clave en un momento de liquidez comprometida y gran volatilidad, empujó a Cuideo a cerrar notables rondas de financiación, que le permitieron convertir el 2021 en el ansiado ejercicio de la expansión internacional.
A tenor de su fulgurante éxito, hoy en MÁSMÓVIL Negocios repasamos la historia de esta empresa, llamada a revolucionar el sector de los cuidados asistenciales de la mano de la Transformación Digital que ya ha barrido otras actividades.
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La idea adecuada en el momento indicado
Nada hizo anticipar a los hermanos Valdés que España se acercaba a un abismo asistencial para su envejecida población y sus más de 1,2 millones de dependientes. Sin embargo, los emprendedores tuvieron la fortuna de dar con la ecuación del éxito.
Todo se remonta a 2016, cuando la creciente presión del gasto público ya se hacía sentir en la Administración. Algo que Alejandro y Roberto pudieron comprobar en primera persona al tratar de localizar a cuidador para su padre.
"No encontraban a nadie que estuviera a la altura”, recuerda en El País, Buzón, quien más tarde conformaría el núcleo central de Cuideo. “Contactaron con empresas, pero ninguna era profesional del sector".
Esto fue lo que les animó a crear la semilla de una empresa capaz de cubrir el creciente nicho de mercado. ¿Cómo era posible que el mercado no hubiera cubierto ya este gap? En plena explosión tecnológica y digital, el sector seguía encorsetado en viejas fórmulas.
La explicación tiene muchos matices, pero los empresarios entendían que gran parte de la respuesta se encontraba en la complejidad de la profesión. “Sabíamos que era un sector delicado y por tanto que era importante especializarse”.
Así, los hermanos y Buzón decidieron dar un paso al frente y lanzarse a emprender con un capital inicial de 90.000 euros propios, y con un enfoque precavido pero consciente: convertirse en un referente dentro de Cataluña.
Unos pilares resistentes para triunfar
Los inversores no tardaron en ver el potencial y el valor que ofrecía Cuideo. En menos de un año los emprendedores lograban cerrar una primera ronda de financiación de medio millón de euros, que posibilitaba la formación de una plantilla y la expansión a Madrid y Bilbao.
También lograron entrar en Andalucía con fuerza gracias a la adquisición de Geryasistencia; otra empresa similar, que ya venía arrastrando experiencia en el negocio y en el mercado andaluz desde el 2015.
"Adquirimos esta empresa porque pensamos que era una buena manera de crecer más rápido y dar un mejor servicio cuando el mercado te lo enseña alguien que lo conoce”, apunta Buzón.
Un año después, la marcha del negocio permitía cerrar una nueva ronda de financiación de 700.000 euros. Capital que sirvió para dejar descansar la proyección cuantitativa, y reforzar el frente cualitativo, es decir, el propio servicio (y su algoritmo clave).
Cuideo había dejado de depender de una red de asistentes autónomos por la complejidad legal que eso acarreaba, y ya operaba como una agencia de colocación con cuidadores asalariados, sirviendo de intermediaria a través de una plataforma cuasi automatizada.
En 2019, con 6.000 clientes activos y una plantilla de 200 cuidadores, la empresa logró facturar nada menos que 15 millones de euros. Eran las cifras de la consolidación, que augurarían el despegue definitivo en el año de la pandemia.
El momento de la verdad
Los contagios se comenzaban a multiplicar en las residencias, y el sistema sanitario colapsaba frente al ingreso masivo de pacientes afectados por la COVID-19. En aquellas primeras semanas de caos Cuideo ocupó una posición crítica para miles de familias.
Pasaban de tener 300 a 1.000 clientes nuevos cada mes, y se veían obligados a adquirir 20.000 mascarillas directamente a China para proteger a sus trabajadoras y a los miles de dependientes.
No fue sencillo, pues un 5% de la plantilla —formada por 10.000 cuidadoras— se terminó contagiando antes y después de llegar los primeros test. Sin embargo, nada de ello impidió su consolidación definitiva, y lo más importante, la reputación necesaria para publicitarse.
La inversión de 1 millón de euros en medios dio sus frutos, y el pasado agosto lograban cerrar la que por el momento es su última ronda de financiación: 1,6 millones del fondo Alma Mundi Ventures que daba alas a la tan deseada internacionalización.
El 2020 finalizaba con una facturación de 30 millones de euros, 70 empleados fijos, 4.000 familias en activo y una prioridad clara: seguir empujando un sector en el que los operadores como Cuideo ocupan ya el 4% del mercado.
Futuro y expansión internacional
“En 2021 queremos seguir creciendo rápidamente, poner un pie fuerte en Francia y desarrollar el negocio asegurador”, confiesa Roberto Valdés.
En octubre del año pasado Cuideo llegó a París persiguiendo un mercado potencial de 2 millones de usuarios, de los que quieren hacer parte fundamental de su negocio a medio y largo plazo.
A lo largo del 2021 Cuideo prevé duplicar su facturación neta hasta los 6 millones de euros y consolidar una cartera de clientes de unas 9.000 familias activas: 8.000 en España y el resto en el país galo.
“Europa cuenta con más de 100 millones de personas mayores de 65 años, una cifra que refleja que la necesidad de cuidados en casa está en plena ebullición”, sostiene Javier Santiso, CEO de Alma Mundi Ventures.
“El sector asegurador tiene la oportunidad de construir un modelo de financiación a largo plazo, donde los cuidados a domicilio están brillando como una opción segura ante covid-19”.
¿En qué consiste exactamente la propuesta de Cuideo?
En un mercado dominado por la explotación laboral, los pagos en “negro” y la escasez de transparencia, Cuideo opera como un referente legal y garantista de derechos y calidades tanto para las cuidadoras como para las familias.
Al contrario de lo que ha sucedido en otros sectores, en los que la digitalización ha aumentado la precariedad, la asistencia a dependientes se ha visto beneficiada por cierta estabilidad y estándares de mercado.
Así mismo lo suscribe la startup en sus valores: “Buscamos la mayor transparencia y responsabilidad por parte de nuestro equipo, defendemos los derechos de las familias y los cuidadores, día tras día y solucionamos cualquier incidencia lo más rápido posible”.
Cuideo pone en contacto a cada familia con el cuidador que mejor se ajusta a sus necesidades analizando los perfiles con un algoritmo de machine learning que se va depurando con el paso del tiempo.
Tras el match, la plataforma ofrece distintas modalidades de contrato —siendo el de interna de 24 horas el más demandado— y una asistencia para resolver dudas, tramitar el acuerdo y monitorizar la calidad del servicio ofertado.
Ahora bien, la verdadera fortaleza de la plataforma radica en su elevada exigencia a la hora de seleccionar a las cuidadoras. Cosa que viene regida por distintos controles de calidad:
- Selección y validación de currículum.
- Entrevistas personales y test de aptitud.
- Control administrativo y verificación de documentación.
- Presentación de hasta 3 perfiles de cuidadoras.
- Validación de formación y experiencia.
- Verificación de referencias de otras familias.
Cada cuidador se rige por el convenio de empleados de hogar, que descarga sobre el usuario la responsabilidad de pagar a la Seguridad Social, el sueldo y la comisión que se lleva Cuideo (desde 60 a 80 euros).
Esa cuantía da acceso a la gestión de incidencias, búsqueda de sustitutos, mediación en caso de conflicto y cualquier otra incidencia. “Nosotros nos ocupamos de todo, desde la selección hasta el papeleo”, apuntan. “Porque regular el sector es nuestro objetivo”.
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