Uno de los errores más frecuentes que llevan a que una startup desaparezca tiene que ver con la competitividad tóxica. Un elemento clave en el buen ambiente de tu entorno laboral y que es mucho más perjudicial del o que te imaginas.
Es normal que en un entorno de trabajo pueda haber cierta competitividad entre las personas que trabajan en la empresa. Incluso puede ser positivo cuando provoca que los trabajadores se esfuercen más consiguiendo un mayor crecimiento laboral a nivel personal y en relación a sus equipos de trabajo.
Pero cuando la competitividad pasa a ser tóxica, la cosa cambia, ya que las consecuencias pueden ser muy graves. Según varios estudios, el 85% de las empresas cuentan con un problema de competitividad tóxica, por lo que veamos cuáles son las mejores herramientas para lidiar con ellas.
La competitividad tóxica es más común de lo que te imaginas
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Los peligros de la competitividad tóxica incluyen un liderazgo negativo, cargas de trabajo mal distribuidas y otros aspectos que pueden perjudicar mucho a una empresa.
En un ambiente laboral sano, donde hay una competitividad positiva, está demostrado que la productividad del grupo crece.
En cambio, en un ambiente tóxico la moral de tus empleados se irá mermando poco a poco, deteriorando la productividad al grado de que algunos objetivos muy fáciles ahora sean inalcanzables.
Uno de los puntos fuertes de la competitividad tóxica es que hace olvidar la importancia del trabajo colectivo, priorizando el objetivo de destacar sobre los demás sea como sea, incluyendo prácticas cuestionables y que no ayudan a mejorar el ambiente.
Como decíamos, la competencia entre compañeros de trabajo no es mala, pero cuando tus trabajadores se fijan más en lo que hacen sus compañeros que en su propio trabajo, hay que atajar este problema de raíz.
Y para ello, debes conocer los rasgos más característicos de las personas con competitividad tóxica:
- Critican y ridiculizan a sus compañeros de trabajo delante de otras personas.
- Sabotean el trabajo de otros, ya sea culpándoles injustamente o dificultando sus tareas.
- Intentarán destacar a costa de los demás. Su único objetivo es sobresalir de cara a sus jefes, por lo que no dudarán en usar un doble discurso para quedar bien con todos.
- Su mente es inflexible y suele ser difícil o imposible hacerles cambiar de opinión. Suelen tener una personalizada narcisista, por lo que es muy difícil hacerles entrar en razón.
Si detectas un perfil de este tipo, elimínalo de tu entorno laboral. Nadie es imprescindible en una empresa. Además, ya te hemos hablado del doble discurso, por lo que no dudarán en hacerte pensar que han entrado en razón para luego dedicarse a dar una imagen muy negativa de ti.
La competitividad y el empleo van de la mano en un entorno sano, en uno tóxico es un problema muy grave.
Cómo evitar que se creen situaciones de competitividad tóxica
Si quieres evitar este problema, que sepas que cuentas con herramientas que evitarán que la competencia entre compañeros de trabajo pase a ser tóxica. Para ello debes seguir las siguientes pautas:
- Primero, crea un ambiente de trabajo colaborativo, no competitivo. Es muy importante que se establezcan unas condiciones para que todos los miembros de tu equipo de trabajo puedan dar lo mejor de sí mismos en un ambiente adecuado.
- Predica con el ejemplo: no puedes querer un ambiente laboral sano si te jactas de tus victorias a nivel personal. Mejor escucha lo que te digan tus compañeros y ten en cuenta sus opiniones.
- Utiliza un sistema de recompensas enfocado a un trabajo en equipo, no a logros a título personal. Fomentarás un ambiente de colaboración más que de competitividad.
- Actúa con justicia y transparencia, ya que las preferencias y los favoritismos invitan a la competitividad tóxica.
Como habrás podido comprobar, la competitividad tóxica es un problema mucho más serio de lo que parecía inicialmente, por lo que deberás tomar medidas en tu empresa o pequeño negocio si quieres que este problema no aparezca.
Y si estás viviendo esta situación, lo mejor es que elimines el problema de raíz antes de que vaya a mayores.
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