Emprender un negocio no es una tarea sencilla. Llevar a cabo una idea desde cero no es para todo el mundo; de hecho la mayoría de buenas ideas nunca se llegan a poner en marcha. Buena parte de que un proyecto se convierta o no en realidad depende de nosotros, pero la administración pública puede decididamente fomentar ese emprendimiento. Precisamente con este fin fue aprobada la nueva Ley de Fomento del Ecosistema de Empresas Emergentes en España, más conocida como Ley de Startups.
Muchas de las empresas que hoy gozan de buena salud financiera empezaron desde lo más básico. Emprendedores, o startups son nombres diferentes para personas con un mismo objetivo, el de no encontrar trabas para alcanzar el mejor posicionamiento en el mercado.
Los malos datos actuales son los principales impulsores de esta Ley. España lidera el ranking en cuanto al miedo al fracaso como obstáculo a la hora de emprender, con un 64% de la población frente al 47% de media mundial. Pese a ello, el ecosistema emprendedor español se sitúa en el top 20 mundial, por encima de la media europea.
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¿Qué es la Ley de Startups?
La Ley de Fomento del Ecosistema de Empresas Emergentes o Ley de Startups partió de una iniciativa del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, que fue aprobada en el Congreso de los Diputados a finales del año pasado.
Como decimos, su objetivo principal es estimular la inversión y la atracción de talento, favorecer la colaboración entre pymes, grandes compañías y empresas emergentes, impulsar la I+D+i y fomentar la cooperación de las empresas emergentes y los emprendedores con las universidades y centros de investigación.
Esta ley pone en el foco a las startups españolas, compuestas en muchos casos por autónomos. La definición gubernamental de startup es aquella empresa que:
- No supere los 5 años de antigüedad (o 7 para sectores estratégicos),
- no cotice en bolsa ni distribuya dividendos,
- tenga su sede o domicilio social establecido permanentemente en territorio nacional,
- tenga a, al menos, el 60% de su plantilla contratada en España,
- acumule un volumen de negocio máximo de 10 millones de euros
- y que acredite un "carácter innovador", entendido como el desarrollo de productos o prestación de servicios nuevos o mejorados.
¿Qué ventajas tiene esta ley para las Startups?
Una de las ventajas de la ley es que fomenta la agilidad administrativa, para lo que prevé una ventanilla única y telemática para la certificación de empresas innovadoras como startups españolas (ONE). También se activa la no obligatoriedad de obtener el número de identificación de extranjeros (NIE) para los inversores no residentes, exigiendo únicamente tanto a ellos como a sus representantes los números de identificación fiscal (NIF); y el coste mínimo de aranceles notariales y registrales.
Además, para poder atraer y retener talento nacional e internacional, la ley ofrece facilidades para conseguir el visado y la residencia a trabajadores altamente cualificados de las startups, así como a trabajadores españoles no residentes durante al menos 5 años.
Una rebaja en la fiscalidad
Las ventajas fiscales, tan necesarias en el emprendimiento, también forman parte de la ley. Se reduce el tipo impositivo en el impuesto de sociedades y el impuesto sobre la renta de no residentes, del tipo general del 25% al 15% en los cuatro primeros ejercicios desde que la base imponible sea positiva.
También se eleva el importe de la exención de tributación de las opciones sobre stock options de
Además se amplía la base máxima de deducción por inversión en empresas de nueva o reciente creación (de
En MÁSMÓVIL Negocios esperamos haberte ayudado una vez más. Como verás, es importante aprovechar cualquier mano tendida al emprendimiento. Si tienes una startup o estás pensando en emprender, puede que sea el momento adecuado para dar un paso adelante.