Uno de los errores que más suelen cometer los empresarios es prestar poca atención a la cultura corporativa de su empresa, y esta influye más de lo que piensas en la producción, la motivación y, en consecuencia, en el entorno laboral.

Definirla desde un primer momento y tener claros los objetivos y características de la misma es crucial, por lo que hoy te damos las principales claves para sacarle el máximo provecho a la cultura corporativa de tu compañía.

Claves para trazar una estrategia de cultura corporativa

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Conoce el concepto

Antes de nada, es importante saber en qué cosiste y qué conceptos entran en juego para que puedas aplicarla de la mejor forma posible en tu negocio.

La cultura corporativa es intangible, es decir, se basa en los valores y normas no escritas que hay en una organización y que marcan de forma indirecta las costumbres, actitudes y formas de actuar de los empleados. Por ello establecer estos términos desde un principio ayudará a que obtengas tanto el entorno como las formas de trabajar que deseas.

Establece unas bases sólidas

Una vez tengas claro en qué consiste, deberás construir los pilares sobre los que se sustentará tu cultura corporativa: la misión, la visión y los valores. Debes diferenciarlos y definirlos de forma clara y concisa.

La misión explica cuál es la razón de ser de tu negocio. Si por ejemplo te encargas de diseñar bañadores a través de una startup, la tuya será vender bañadores. Por otro lado, la visión es la que marca a dónde quieres llegar, por ejemplo: ser uno de los mejores diseñadores de España. Y finalmente, los valores son los que transmitirán la forma de ser de tu organización, puede ser joven e innovadora o clásica y tradicional. ¡Todo esto te ayudará a obtener las mejores directrices!

Aplícala y transmítela de la mejor forma posible

Una vez establecidos los cimientos, solo queda ponerla en marcha y comunicarla de la mejor forma posible. ¿Cómo puedes hacerlo? Existen numerosas formas, pero antes de correr hay que aprender a andar, por lo que una buena forma de comenzar es implicar a los empleados desde el primer momento.

Por ejemplo, puedes preparar una presentación de bienvenida para los nuevos empleados en los que se explique el origen de la empresa, los valores a destacar y quién pretende ser dentro del mercado. Esto les hará sentirse más involucrados con su trabajo y sus objetivos irán en la misma dirección que los tuyos.

 

 

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Y tú, ¿cómo quieres enfocar tu cultura corporativa?