A la hora de hacer una presentación es fundamental tener en cuenta que nuestro objetivo debe ser transmitir de manera eficaz el mensaje que previamente hemos preparado. Para ello, captar la atención del público durante los primeros minutos de la exposición es clave.

Una forma de hacerlo es mediante la regla de los 30 segundos, una técnica consistente en realizar una introducción tan llamativa que sea capaz de enganchar a los asistentes en este corto espacio de tiempo. Ni uno más, ni uno menos.

Hay muchas formas de arrancar: mediante una anécdota personal, una frase sorprendente, una pregunta, un desafío, transportando al público a otro lugar haciendo uso de la imaginación, recodar algo especial o algún momento que los asistentes hayan vivido. Independientemente de cuál sea tu manera de empezar, el secreto está en narrar algo en medio minuto que consiga hacer que todas las personas de la sala estén deseando que prosigas con tu presentación.

Hombre dando una ponencia a un grupo de personas

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No es fácil mantener dicha atención durante todo el discurso, así que incluye algunos recursos como contar un chiste o alguna anécdota para evitar distracciones. Usa similitudes o metáforas, algo fuera de lo común y que los oyentes no se esperen. Otra opción es hacer que los asistentes participen activamente respondiendo preguntas o a través de alguna dinámica. Moverte por el espacio también ayudará a despertar el interés.

Procura no hacer demasiado largas tus explicaciones. Tampoco hables demasiado rápido y haz que todo sea atractivo visualmente. Estructura toda la información que vas a proporcionar para que sea útil y jerarquízala de tal manera que, si la exposición se alarga demasiado, puedas suprimir lo menos importante.

La regla de los 30 segundos no solo se ha de llevar a cabo al principio, sino también durante el final. Destina el último medio minuto de tu discurso a recoger lo más importante y hacer que todos se queden con el mensaje principal que querías transmitir. Tus últimas palabras deben cerrar el discurso por todo lo alto, creando un sentimiento de satisfacción entre el público.

Para que todo salga excelente es importante que lo prepares y lo practiques con anterioridad. Ensaya varias veces y, si es posible, delante de personas para que puedas ver sus reacciones y saber en qué momento debes introducir los elementos para recuperar la atención.

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Y tú, ¿qué técnicas utilizas para captar la atención durante tus presentaciones?