El marketing es una herramienta indispensable para cualquier negocio. Igual que ya te hemos enseñado algunos trucos con los que ayudar a potenciar tus ventas, como por ejemplo a través del buzoneo, hoy repasamos los precios psicológicos para que sepas qué son y cómo te ayudan a vender más. Esta técnica está presente en todos los sectores, por lo que, aunque no la conozcas, habrás visto decenas de ofertas que se basan en ella.

Precios psicológicos: qué son y cómo funcionan

Podemos definir un precio psicológico como un valor que contiene un factor que ayuda a condicionar la compra de un producto o servicio por parte de nuestros clientes.

Principalmente porque ayudan a influir en las emociones del cliente, al mostrar unas cifras más atractivas con el objetivo de invitarle a realizar la compra.

productos con precios psicológicos

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La base de esta estrategia es sencilla: ofrecer un precio más atractivo y hacer pensar al cliente que está pagando una cantidad mucho más inferior al precio normal, ya sea a través de un pack o descuento.

Los precios psicológicos se encuentran muy a menudo en el día a día. Por ejemplo, un kilo de manzanas a 3,99 euros es un de este reclamo. Esto es un ejemplo de precio impar, que veremos a continuación.

Ahora que ya sabes lo que son los precios psicológicos, veamos a ver los tipos que hay y cómo usarlos de la forma más adecuada.

Psicología de precios: tipos y cómo aplicarlos en tu negocio


En función del producto o servicio que estés ofreciendo, te interesará fijar precios psicológicos de un modo determinada. No es lo mismo que vender fruta que productos tecnológicos, por eso es importante conocer los métodos más habituales de tu sector para poder replicarlos en tu negocio.

precio psicológico

Si tienes varios productos, la mejor opción es aplicar el precio en escala. Así podrás ofrecer diferentes precios cercanos entre sí. Por ejemplo, packs de 3, 5, 7 o 9 euros en función de lo que incluyas. Esto da la sensación al cliente de que tiene una gran capacidad de decisión, y le generará confianza.

Una variante de precio psicológico que es muy útil y que diferentes cadenas de supermercados utilizan de forma habitual son los descuentos del 50% en la segunda unidad, 70% al comprar tres o más unidades y ofertas similares.

También son efectivos y muy habituales los precios impares, especialmente los que rozan las decenas y centenas. Aunque 99,99 euros sean casi 100 euros, o 9,95 sean casi 10, los números impares llaman mucho la atención porque transmiten al cliente que el producto es mucho más barato, o que está de oferta.

Y por último tenemos una opción de precio psicológico que verás en el sector de los productos de gama alta. Hablamos del precio de prestigio, aquel que fija una marca determinada porque ofrece un añadido diferenciador. El ejemplo más claro lo tenemos en Apple.

Como curiosidad, un usuario creó hace unos años una app para iOS a un precio de 100.000 dólares y al menos una decena de personas la compraron sencillamente para poder presumir de que habían pagado esa cantidad. Así que inflar los precios también funciona en mercados muy puntuales.

Como habrás podido ver, hay todo tipo de opciones para aplicar esta técnica de marketing. No dudes en buscar la que más te convenga para aumentar tus ventas, ya que son sistemas muy efectivos.

En MÁSMÓVIL Negocios esperamos haberte ayudado una vez más. Ahora que ya sabes lo esencial sobre la psicología de precios, averigua de qué modo puedes aplicarlos en tu negocio para potenciar tus ventas.

Y tú, ¿fijarías precios psicológicos a tus productos?