El mercado está vivo y es prácticamente obligado adaptarse a las circunstancias. La competencia es feroz y dormirse en los laureles no es una estrategia de futuro. Las empresas que compiten entre sí luchan por ofrecer los mejores productos, precio, servicio y demás, pero ¿quién marca la hoja de ruta a seguir? ¿Es posible salirse de los estándares establecidos y revolucionar el mercado?

Dicen que quien pega primero pega dos veces. Esto se aplica en muchas ocasiones al ámbito de las empresas, cuando algún negocio llega para mostrar algo revolucionario, mejorar mucho lo que ya había o arriesgarse con una apuesta que se convierte en un éxito y que no estaba demandada por el mercado. Para lograrlo, muchos visionarios han puesto en marcha la denominada innovación disruptiva.

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¿Qué es la innovación disruptiva?

Se denomina innovación disruptiva a todo aquello que crea un nuevo mercado o red de valor y acaba superando a los productos, servicios o formas de hacer negocios existentes. Aunque no implica por defecto presentar algo totalmente novedoso, ya que también puede tratarse de un producto o servicio que se basa en tecnologías ya existentes.

Por ejemplo, la máquina de vapor fue una innovación disruptiva porque nos permitió utilizar la energía del vapor en lugar de depender únicamente de molinos de agua y molinos de viento para la producción de energía. Las innovaciones disruptivas también se conocen como "game changers" porque provocan un cambio tan significativo en nuestra forma de hacer negocios que a menudo revolucionan sectores enteros.

Más recientemente en el tiempo, WhatsApp puede ser un ejemplo de innovación disruptiva. No fue algo totalmente nuevo, ya que la mensajería existía, pero la plataforma mejoró con creces lo existente y puso esta comunicación en manos de millones de personas gracias a saber aprovechar la ola smartphone. WhatsApp fue un clavo en el ataúd de los SMS tal y como los conocimos.

Este término fue acuñado por Clayton Christensen, profesor de la Harvard Business School. El autor habló de un proceso en el que un producto o servicio arraiga inicialmente en aplicaciones sencillas en la base de un mercado y luego asciende de un modo imparable para finalmente desplazar a los competidores establecidos (ambos ejemplos que hemos visto cumplen han seguido este proceso). Y de esta disrupción precisamente nacen nuevos competidores.

La innovación disruptiva se ha observado en muchas industrias de consumo, desde los coches a la música pasando por los teléfonos. En todos los casos, las empresas establecidas se vieron sorprendidas por nuevas tecnologías que a primera vista parecían insignificantes o incluso irrisorias, pero que acabaron revolucionando mercados enteros.

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¿Cómo aplicar la innovación disruptiva en tu negocio?

En realidad no hay un método claro e infalible para llevarlo a cabo. De ser así todo el mundo arrancaría su propio plan para revolucionar los mercados. Sin embargo, si dispones de cierta visión de negocio y de futuro, puedes poner en marcha algunas acciones que te permitan tener una perspectiva más clara del mercado.

Una de ellas es recopilar datos escuchando a clientes, empleados y analizando en profundidad tu competencia. La mejor forma de entender este ejercicio es con un ejemplo claro: volvamos a 1984. En ese momento fue presentado uno de los primeros ordenadores de Apple: se llamaba Macintosh y costaba 2.500 dólares de la época.

Por aquel entonces, la gente pensaba que los ordenadores solo servían para procesar textos y hojas de cálculo. Casi nadie creía que la gente los usara para navegar por Internet o jugar porque eran demasiado caros. Pero Apple cambió todo eso al introducir un equipo asequible con una interfaz gráfica de usuario (GUI) que facilitaba su uso sin necesidad de formación por parte de un informático.

Este nuevo producto no solo contribuyó al éxito de Apple. También dio lugar a otras innovaciones, como los smartphones, que hoy utilizan miles de millones de personas en todo el mundo. Defender una propuesta de este tipo no es tarea fácil y por ese motivo la innovación disruptiva no es algo que veamos todos los días.

En MÁSMÓVIL Negocios esperamos haberte ayudado una vez más. Innovar de manera extrema no es tarea fácil. No obstante, si crees que tienes algo rompedor, te animamos a ponerlo en marcha. Nunca se sabe cuándo o de qué manera llegará la siguiente revolución a los mercados.

Y tú, ¿qué otros ejemplos de innovación disruptiva conoces?