Estamos a las puertas de septiembre y muchas personas están de vuelta de sus vacaciones. Los días de descanso se asocian al bienestar y la relajación, pero esa sensación puede parecer demasiado efímera y difícil de digerir; es ahí donde los expertos recomiendan una buena gestión emocional, cuya importancia analizamos hoy.
El denominado síndrome postvacacional afecta a una gran mayoría de la población. En la mayoría de los casos, las estrategias adecuadas pueden ayudar a paliar o incluso a prevenir esta sensación de agobio que nos impide volver a nuestra actividad con las pilas cargadas.
Es de suma importancia reconocer nuestra capacidad para controlar el impacto de los picos de trabajo tras las vacaciones. Saber identificarlos y conocer cómo nos afectan es fundamental para poder evitarlo. El síndrome del trabajador quemado es una enfermedad reconocida por la OMS que puede darse precisamente tras la vuelta de las vacaciones.
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Consejos para gestionar la vuelta de las vacaciones
Hay que tener muy presente, antes y durante las vacaciones, de que retomaremos nuestra actividad laboral. Un descanso prolongado, sobre todo cuando excede de dos semanas, puede generar una sensación de paz y tranquilidad que se ve interrumpida con la vuelta al trabajo.
Las vacaciones, entre otras cosas, nos ayudan a volver al trabajo descansados y activos. Por eso se deben tomar medidas para volver a la normalidad en el menor tiempo posible. Aquí te dejamos algunas claves que ayudan en la gestión emocional de la vuelta a la rutina diaria.
Prepara tu rutina de vuelta
No es recomendable volver de las vacaciones el día antes de reincorporarse al trabajo. Es importante disponer de al menos uno o dos días para poder poner todo en orden y mentalizarnos de la vuelta a la actividad. Lo ideal es crear una rutina similar al día a día para poder habituarnos física y mentalmente.
En este sentido, las horas de sueño son también muy importantes. Y es que en vacaciones puede ser habitual dormir más tiempo o alterar los horarios. Los expertos recomiendan dormir al menos 8 horas un par de días antes de reincorporarnos. Regularizar el ritmo de sueño es importante para evitar esas alteraciones que pueden afectar a la salud y la concentración.
Pensamientos positivos
Es habitual que la vuelta suponga cierta acumulación de trabajo con correos electrónicos pendientes, nuevas tareas o proyectos que han surgido en nuestra ausencia. La tendencia suele ser proyectar pensamientos negativos sobre estas circunstancias, que lo único que hacen es aumentar la ansiedad, el agobio y el estrés. Lo ideal es tomarse un descanso de 10 minutos y revisar con calma todas las tareas, proyectando un pensamiento positivo sobre lo que hemos hecho y producido.
Vuelve al deporte
Las vacaciones, además de una pausa en el trabajo, pueden implicar la interrupción de nuestra actividad física. Quizá el gimnasio haya cerrado o directamente no entrenemos mientras descansamos. Pero los beneficios del deporte en nuestro bienestar y motivación son innegables, por lo que cuanto antes nos reactivemos, mejor.
Cafeína y alcohol, moderados
En la vuelta al trabajo o en los días previos, es prudente moderar el consumo de alcohol y cafeína. El primero es un depresor del sistema nervioso y puede llevar a agudizar los síntomas del síndrome posvacacional. La cafeína, por su parte, puede provocarnos más estrés o ansiedad.
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