El asistente virtual es un profesional que realiza sus funciones a través de internet. Normalmente trabaja desde su domicilio o desde una oficina. Su labor se basa en contactar y en atender a las necesidades que pueda tener las personas y las empresas que lo contratan. Se trata de un perfil profesional emergente que ha crecido considerablemente en los últimos años y que cada vez es más demandado.

¿Qué hace un asistente virtual?

El asistente virtual realiza un trabajo muy variado dentro de una empresa o ejerce su actividad profesional para un cliente que contrata sus servicios. Entre sus funciones destacan la gestión administrativa, la atención al cliente o la gestión de proyectos. También ayuda en gestiones de comunicación administrando el chat o el correo electrónico de sus clientes.

Concretamente, las labores de un asistente virtual se basan en gestionar la agenda de su cliente y sus canales de comunicación. También ejerce actividades administrativas como la generación de facturas o la organización de las finanzas de las empresas o de los particulares para quien trabaja.

Otra función se basa en la creación de contenidos que pueden ser podcast, vídeos o entradas de blogs que sirvan para promocionar o para informar sobre los productos y los servicios de sus clientes.

El asistente virtual también se encarga de organizar eventos a los que asistan potenciales clientes o empresarios del sector y elaboran informes que muestran los efectos de la actividad empresarial de sus clientes, detectan errores o exponen medidas que les ayuden a progresar.

¿Qué se necesita para ser un asistente virtual?

El asistente virtual puede ser una persona contratada por una empresa o un trabajador autónomo que ofrece sus servicios a posibles clientes. Actualmente, hay formaciones concretas centradas en cómo ser asistente virtual, pero para dedicarse a esta labor hay que tener habilidades en la gestión de medios digitales, ser una persona sociable y organizada y tener capacidad de adaptación para la realización de diferentes tareas.

También es conveniente tener experiencia en la ejecución de cierta variedad de funciones, trabajar a una velocidad alta que permita satisfacer las necesidades de los clientes, gestionar el tiempo de una forma eficiente y tener una comunicación fluida con las personas y empresas que los contratan.

Otras habilidades interesantes del asistente virtual son la proactividad que permita al profesional adaptarse a diferentes perfiles y no dejar de aprender ni de evolucionar para estar al corriente de las nuevas tendencias.