A día de hoy puedes emprender sin apenas recursos si tienes ideas que pueden tener futuro y alto impacto. Y hay una tendencia en alza: emprender en entornos rurales. Cada vez más personas valoran otro escenario diferente, más local, pero lleno de posibilidades. En este post analizamos las ventajas y desventajas del emprendimieno rural.

El emprendimiento rural está de moda

No es casualidad que en los últimos años haya aumentado el interés por el emprendimiento rural. Factores como el alto coste de vida en las ciudades, la saturación de ciertos mercados urbanos o el auge del teletrabajo han propiciado un cambio de mentalidad.

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Ya no se ve el campo solo como lugar de retiro o desconexión, sino como un espacio donde se puede construir un proyecto sólido, donde además el acceso a la vivienda es más marcado.

Además, existen políticas e incentivos públicos que intentan dinamizar estas zonas, con ayudas para nuevos negocios, bonificaciones y facilidades para el acceso a terrenos, viviendas o locales. Esto, unido al deseo de una vida más tranquila y sostenible, está empujando a muchas personas a hacerse emprendedores rurales.

Las ventajas de emprender en el campo

La primera ventaja es evidente: los costes. Montar un negocio en un pueblo o en una comarca alejada de los grandes núcleos urbanos suele ser mucho más asequible. El alquiler de un local, los suministros e incluso la vivienda suponen un gasto menor.

Así que la primera ventaja es que tienes recursos que pueden destinarse a otras áreas del negocio, como marketing, tecnología o personal.

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Igualmente es posible que puedas tener mucha menos competencia, especialmente si en tu zona no existen aún servicios o productos que en la ciudad se encuentran fácilmente. Así que hay una ventana de oportunidad para cubrir necesidades reales con propuestas que no existen en tu entorno. Pensemos en comercios locales con venta online, turismo sostenible, producción ecológica, talleres artesanales o servicios a domicilio. Son nichos con potencial que todavía tienen mucho margen de crecimiento.

También hay que hablar del entorno humano. Aunque en los pueblos pueda haber cierta resistencia inicial a lo nuevo, cuando un proyecto se percibe como útil, la acogida suele ser muy positiva. La comunidad es más cercana, y las relaciones se basan más en la confianza y el trato personal.

Y no olvidemos algo clave: calidad de vida. Para muchos, emprender en el campo es también una decisión de salud. Menos estrés, más contacto con la naturaleza, horarios más humanos, posibilidad de criar hijos en un entorno sano… Algo muy valioso cuando se trata de mantener la motivación y el equilibrio personal a largo plazo.

Desventajas de emprender en zonas rurales

Ahora bien, evitemos romantizar el emprendimiento rural: esta decisión tiene sus barreras, y es importante conocerlas antes de lanzarse.

La primera es la conectividad. Aunque ha mejorado, aún hay zonas donde la cobertura de internet es deficiente. Para quien necesita conexión constante, esto puede ser un problema serio.

Por otro lado, también el transporte público (o la comunicación geográfica en general) es limitado. Mover mercancías, recibir materiales o simplemente desplazarse a reuniones siempre implica más tiempo y costes que en un entorno urbano.

Y ten en cuenta que si quieres crecer, adquirir talento te costará más. En un pueblo puede ser difícil encontrar determinados perfiles profesionales.

Desde MASMOVIL NEGOCIOS esperamos haberte ayudado a la hora de comprender las razones por las que el emprendimiento rural está en alza y cuáles son sus ventajas y desventajas.

Y tú, ¿planeas emprender en un entorno rural?