El reparto a domicilio siempre es una opción muy cómoda para los usuarios. Es una pata más de nuestro modelo de negocio y que está ampliamente extendido en el mundo de la hostelería. Sin embargo, hay muchos bares y restaurantes que aún no se han planteado dar el paso a montar un servicio de reparto. Una gran mayoría lo puso en marcha durante el confinamiento del año pasado de forma forzada, ya que era la única manera de seguir trabajando.
Perro poner en marcha un servicio “delivery” no es tarea sencilla, ya que se deben tener en cuenta varios aspectos, además de los costes que ello supone. Hay dos momentos clave en los que un negocio de hostelería puede plantearse el reparto a domicilio. El más habitual es cuando no puede satisfacer la demanda por falta de espacio y sus clientes siguen requiriendo de sus servicios mediante un método alternativo. La segunda opción se debe a las ganas o necesidad de buscar vías alternativas para aumentar la rentabilidad.
Pero antes de lanzarnos a esta nueva aventura para nuestro negocio, debemos echar un vistazo a los requerimientos básicos para poner en marcha la idea y las opciones que tenemos a nuestro alcance. Recordemos que en los últimos años han explotado los servicios de delivery ajenos, que han dado la oportunidad de implantar el reparto a domicilio a millones de negocios que nunca se lo habían ni planteado.
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Montar un servicio a domicilio propio
Cuando pensamos en esta opción automáticamente nos vienen a la cabeza un vehículo y una persona encargada del reparto. Al menos en la opción de Delivery propio. En algunos casos puede ser una persona que ya forme parte del equipo la que salga a hacer los repartos, dejando de hacer de manera temporal las tareas dentro del local. No obstante, si el servicio prospera pronto necesitaremos una dedicación especial de un empleado para llevar a cabo esa tarea. Además de esto, los requisitos principales son:
- Embalajes de comida de un solo uso: higiénicos, cuya apertura sólo se realice antes de introducir la comida.
- Contenedor higiénico e higienizable: un contenedor cerrado en el que dejar la comida y que poder limpiar tras cada servicio, como es el caso de la caja en una moto o el macuto de los riders.
- Equipos de Protección Individual para el trabajador: como guantes y mascarilla, a pesar de que hará las entregas sin contacto, saldrá al exterior y tocará elementos como el telefonillo, la moto, etc.
- Sistema de cobro online: hay muchas plataformas de pago con tarjeta por internet, como es el caso de PayPal, así como aplicaciones: Twyp, Bizum, Verse o apps similares.
Además, los clientes deberían disponer de métodos alternativos además del clásico teléfono para poder hacer los pedidos. Lo ideal es el desarrollo de una app o habilitar una página web. Este método requerirá de una gestión interna o implantación informática para recoger los pedidos y prepararlos.
Con un servicio a domicilio ajeno
En España, hay muchas opciones para recibir comida en su puerta con servicios fuera de restaurantes o bares. Estos operadores se encargan del transporte desde la puerta del restaurante hasta la puerta del cliente, cuyo costo suele ser a comisión. El local de restauración realiza un registro e introduce su carta en el sistema.
Los servicios más habituales trabajan con un sistema de comisiones que suele ser parecido en todos los casos. El procedimiento es muy sencillo: el cliente elige el menú, paga y el negocio recibe el pedido a través de la aplicación. Todos los pagos son telemáticos y no en efectivo y un repartidor que trabaja para dichos servicios pasará por nuestro local a recoger el pedido.
Entre todos estos servicios encontramos los más conocidos como son: Just Eat, Deliveroo, Uber Eats o Glovo. En general, estos servicios de reparto a domicilio ajenos, suelen cobrar una comisión de aproximadamente el 30% de cada pedido + IVA. Puede que no todos funcionen en nuestra localidad por lo que es algo que tendremos que estudiar
Hay que recordar que seguimos alerta frente al Covid19, lo que significa que las medidas de protección para nosotros y los clientes deben ser llevadas a cabo a rajatabla. Por ese motivo debemos informarnos en la consejería de sanidad de nuestra región o en las diferentes asociaciones de hostelería, de las pautas a seguir para poder realizar un reparto totalmente seguro.
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