Es muy posible que hayas escuchado en más de una ocasión hablar del comercio justo. Estamos ante un movimiento mundial que pretende mejorar los medios de vida de los habitantes de los países en desarrollo ofreciendo precios justos y mejores condiciones a los agricultores y trabajadores.

El comercio justo es un movimiento mundial. Tiene más de 80 millones de miembros en todo el mundo, de los cuales más de 6 millones son pequeños agricultores de países en desarrollo que quieren mejorar sus condiciones de trabajo. El objetivo es que puedan reinvertir sus beneficios en sus comunidades, en lugar de verlos utilizados para beneficiar a las grandes empresas multinacionales o a los accionistas.

Lo que se persigue es que los productores de los países en desarrollo puedan recibir un precio justo por sus productos, y este precio no esté determinado por lo que puedan obtener en el mercado o por su cuenta, sino fijado por una organización independiente llamada Fairtrade Labelling Organizations International.

Esta organización coordina a nivel internacional la certificación de productos Fairtrade, que tiene sus orígenes en el movimiento de comercio justo europeo de los años 80.

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Un poco de historia

El movimiento de comercio justo existe desde la década de 1950, pero ha crecido rápidamente en los últimos años, en parte debido a la demanda de los consumidores de productos éticos (responsables y sostenibles).

De hecho, se calcula que más de 2.000 millones de personas en todo el mundo participan en el comercio justo a través de escuelas y universidades, grupos religiosos, equipos deportivos e incluso prisiones.

El comercio justo no es una etiqueta de marketing, sino una forma alternativa de hacer negocios que antepone las personas a los beneficios:

  • Pagando a los productores un precio justo por sus productos
  • Dándoles acceso directo a los mercados
  • Invirtiendo en el desarrollo social, económico y medioambiental
  • Apoyando proyectos comunitarios como escuelas y centros de salud
  • Protegiendo los derechos de los trabajadores y trabajadoras (por ejemplo, la libertad de asociación)

Comercio justo en las empresas

El comercio justo no es solo un modelo de negocio: es un sistema que puede aportar grandes beneficios tanto a las empresas como a los consumidores, a la vez que da a las personas que cultivan o fabrican los productos la oportunidad de mejorar sus vidas y trabajar de forma que sea mejor para el planeta.

Como empresa, puedes vender productos de comercio justo a tus clientes. Suelen ser más caros que los que no lo son. Sin embargo, también suelen ser más rentables porque atraen a los consumidores que quieren tomar decisiones responsables sobre cómo gastar su dinero.

Para muchas empresas es una buena manera de apoyar el movimiento de comercio justo en acción y ayude a difundirlo entre los demás. Además, es una manera de ofrecer algo diferente a los clientes. Si te lo planteas para tu empresa, puedes vender productos de comercio justo de dos formas claras:

  • En el local: esto dependerá del tipo de tienda que tengas, pero podría significar tener una sección entera dedicada exclusivamente a los artículos de comercio justo o incluso venderlos junto con otras cosas (como artesanía hecha a mano) que hayan sido fabricadas localmente o por personas de diferentes países del mundo.
  • En línea: si ya tienes una tienda online puedes añadir algún tipo de enlace que permita a los clientes saber que están comprando a alguien que apoya las prácticas éticas sería probablemente beneficioso tanto desde el punto de vista económico como de imagen corporativa.
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¿El comercio justo es rentable?

Sí, los productos comercializados mediante este sistema son rentables, como adelantamos. De hecho, son incluso más rentables que otros que no lo son. Como hemos señalado, es cierto que tienen un precio más alto que sus homólogos convencionales porque se venden en función de sus beneficios sociales y medioambientales, y no solo de su calidad o del coste de su producción.

Esto significa que se puede añadir un precio extra sin hacer concesiones en cuanto a calidad o rendimiento. Muchas personas van directamente buscando la etiqueta de comercio justo. En ocasiones porque la calidad es mejor que los fabricados con métodos convencionales, o porque se ha producido respetando a los trabajadores y al medio ambiente, además de proporcionarles una remuneración justa por su trabajo.

En MÁSMÓVIL Negocios esperamos haberte ayudado una vez más. El comercio justo puede ser una oportunidad a explorar si estás buscando nuevos retos y diferenciarte de tu competencia más directa. Buena parte de la decisión dependerá del tipo de empresa que tengas, pero seguro que encuentras tu hueco en este movimiento global.

Y tú, ¿ya te has unido al movimiento del comercio justo?