Cada vez es más habitual que muchos emprendedores pongan en práctica técnicas o estrategias que hasta hace poco tiempo estaban reservadas a las grandes empresas. Esto es algo muy positivo, ya que se puede luchar con más herramientas y encarar determinados problemas, tal y como ocurre con metodología Design Thinking
El Design Thinking utiliza un pensamiento de diseño para analizar algo (generalmente un problema) como lo haría un diseñador y, que tiene como objetivo encontrar una solución mediante otro enfoque. Para lograrlo se utilizan herramientas, componentes y aspectos creativos inherentes a la profesión de diseño y el diseñador. Pero, ¿es fácil que un emprendedor, un autónomo o una pequeña empresa puedan aplicar esta metodología?
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¿Cómo funciona el Design Thinking?
El Design Thinking es una forma de encontrar una solución a un problema o poner en marcha un proyecto. Para ello se aísla el concepto, se divide en partes más pequeñas, se analiza y se piensa sin que la presión haga acto de presencia para escudriñar la situación todo lo que podamos con todas sus variables.
Si la labor se lleva además en equipo, estaremos más cerca de encontrar la solución que estamos buscando. Gracias a este sistema nuestro negocio podrá:
- Resolver problemas de forma creativa e innovadora
- Diseñar y desarrollar productos o servicios
- Rediseñar procesos del negocio
- Emprender y crear otras empresas o departamentos de la misma
- Crear una presentación de negocios
- Diseñar cursos virtuales u online.
Sus orígnes y características
El sistema Design Thinking tiene su origen en la Universidad de Stanford California, aquella en la que Steve Jobs pronunció su discurso más famoso. Se cree que fue la consultora de diseño de IDEO, la primera empresa que lo aplicó en sus proyectos comerciales allá por la década de los años 70. Estamos en pleno año 2021 y aún siguen siendo un referente en el Design Thinking.
Este método está estrechamente relacionado con el desarrollo de producto, pero poco a poco se ha convertido en una herramienta de innovación, haciendo que las ideas puedan hacer de palanca para la resolución de problemas, el aumento de la creatividad y eficiencia en el desarrollo de productos o servicios creativos o incluso mejorar la experiencia del usuario, entre otras utilidades.
Un atributo fundamental de la metodología Design Thinking es la empatía que se debe mostrar con el usuario en cuanto a los problemas que se puedan plantear. Se trata de dos conceptos indivisibles que están muy relacionados y es vital realizar una composición y análisis de la situación y tener claro en qué punto estamos y qué necesitamos.
Por tanto, se debe identificar el problema a resolver, incluso planteando nuevos interrogantes a la cuestión que permitan tener una visión 360 de toda la situación. El análisis crítico y no dar nada por sentado es muy importante en el Design Thinking para desarrollar el método con éxito.
Los aspectos más importantes
Empatizar
Esto requiere entender las necesidades de las partes implicadas en la resolución del problema. Es decir, que tendremos que ponernos en su lugar para pensar y entender las soluciones desde su punto de vista.
La definición
Se trata de un proceso de filtrado tras terminar el proceso anterior. Es decir, nos quedamos con lo que realmente tiene valor de cara a conseguir nuevas perspectivas para identificar los problemas y sus posibles soluciones.
Explosión de ideas
En este punto se ponen sobre la mesa todas las opciones, sin prejuicios y sin valoraciones iniciales que puedan disuadir al equipo de exponerlas. Incluso las propuestas más raras que menos se tienen en cuenta, pueden resultar claves.
El prototipo
Es la primera vez que las ideas se transforman en algo tangible. El proceso natural del Design Thinking nos llevará a crear un modelo o boceto de lo que hasta ahora era un concepto. Se trata de algo que no debe consumir mucho tiempo ni recursos, pero que ofrezca una visión real de lo que estamos plasmando en nuestras ideas, ya sea la resolución al problema o el punto de partida de un proyecto.
La fase de testeo
Durante la fase de testeo, probaremos nuestros prototipos con los usuarios implicados en la solución que estemos desarrollando. Esta fase es crucial, y nos ayudará a identificar mejoras significativas, fallos a resolver, posibles carencias, etc. Durante esta fase evolucionaremos nuestra idea hasta convertirla en la solución que estábamos buscando.
Ahora que te hemos mostrado unas pinceladas de la metodología del Design Thinking, puede que te lo plantees a la hora de encarar tus futuros proyectos o esos problemas inesperados que sin duda pueden surgir en cualquier momento.
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