La pandemia provocada por el Covid19 trajo como consecuencia el teletrabajo forzado de muchas personas. De golpe y sin esperarlo, muchas personas se vieron en sus casas, con la obligación se seguir con todas las tareas que habían dejado pendientes en la oficina.
El ser humano es un animal que se acostumbra rápido a los cambios. Estamos programados para la adaptación, pero cuando esta es demasiado brusca, puede haber consecuencias por el camino. Una de las más peligrosas es el sedentarismo en el teletrabajo, que puede llegar a amenazar seriamente nuestra salud si no tomamos las pautas adecuadas.
Muchos trabajos siguen siendo desde casa, mientras las empresas se adaptan a una normalidad que no acaba de llegar del todo. Moverse por la oficina o viajar a visitar clientes o tener reuniones es diferente a gestionarlo todo desde nuestra casa. El sedentarismo es un enemigo a combatir, sobre todo porque está directamente relacionado con problemas de salud como la obesidad, el estrés y las relaciones sociales. Este enemigo, como muchos otros, se puede batir con unas pautas claras a seguir durante nuestras jornadas de teletrabajo.
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Los hábitos a seguir o evitar al teletrabajar
Programa los tiempos de descanso
Tu empresa puede programarte estos tiempos y tendrás claro cuándo debes parar. No obstante, en el caso de muchos autónomos o empresarios, el momento de parar puede alargarse más de la cuenta. En este caso debemos obligarnos y programar unos descansos. Un buen método es programar al menos dos alarmas por la mañana y dos por la tarde. Descansos de 15 minutos es muy recomendable.
Durante estos descansos debemos intentar distraernos. Es el momento para entrar en las redes sociales, jugar al móvil, ir a ponernos un café o devolver algunas de las 500 llamadas perdidas que tenemos de nuestra querida madre.
No comer encima del teclado
Romper con la rutina del trabajo y descansar implica perder de vista el puesto de trabajo. Por tanto, comer encima del teclado no es un buen hábito. No se nos ocurren ventajas para esta práctica, más bien todo lo contrario. Comes rápido, lo pones todo perdido, no rompes con la rutina… Hay que huir de esta manía tan extendida en el teletrabajo.
La postura es fundamental
Hay muchos factores que dependen del aspecto de la postura y la comodidad. Si nuestra empresa no nos ha facilitado acomodo en forma de silla de oficina y no estábamos preparados, es posible que estés sentado en la silla de la cocina o cualquier otra que tengas por casa. Si estás cómodo ok, es de lo que se trata, pero debes mantener la postura de espalda recta y levantarte de vez en cuando en el sitio para favorecer la circulación. También puedes hacerte con un taburete para las piernas que te ayudará a ir cambiando la posición.
Espacio limpio y ordenado
Tenemos que considerar nuestro espacio de teletrabajo como una nueva mini-oficina. Para evitar estrés y otros agobios, debemos mantener este entorno limpio y ordenado. No puede invadirnos el polvo y que las tazas de café se acumulen unas encima de otras. Si tomamos esto como rutina, podremos trabajar más relajados.
Algunos teorizan con la posibilidad de que vestirse para teletrabajar es beneficiosos. En este sentido no hay una ciencia exacta. Es decir, si tu trabajo requiere de vídeo-llamadas en las que van a verte, no te quedará otro remedio que ponerte presentable. Por el contrario, si no es el caso, estate como más cómodo te sientas o prueba los dos métodos para sacar una conclusión por ti mismo.
El picoteo es tu enemigo
La nevera está más cerca que nunca de nuestro puesto de trabajo, ya que estamos en casa. La tentación de levantarse a menudo a abrirla está siempre ahí. Es algo que debemos evitar y hay trucos para conseguirlo. Por ejemplo, si convivimos con alguien podremos establecer vigilancias propias para alertas de las visitas a la nevera a deshoras. Se trata de una cuestión de fuerza de voluntad con la que tendremos que lidiar en las jornadas de teletrabajo y más allá.
No olvides las relaciones sociales
El teletrabajo ha supuesto la pérdida de contacto diario de millones de personas que se echan de menos. Las relaciones sociales son muy importantes para mantener una sana salud mental y que el teletrabajo no se convierta en una pesadilla. Hay algunos trucos si el trabajo lo permite, como realizar una llamada en vez de un email de vez en cuando. En los tiempos de descanso podemos programar llamadas grupales al estilo de los encuentros que tenían lugar en la cafetería del trabajo.
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