En el sector empresarial es muy frecuente que se alquilen locales, vehículos, materiales o determinados bienes. Normalmente, el objetivo es que cumplan una función concreta durante un periodo de tiempo que se establece en un contrato.
Todo esto hace que al determinar qué es el leasing haya que tener en cuenta que se trata de un arrendamiento en el que un propietario cede el uso y disfrute de un bien o servicio de su propiedad a cambio del pago de unas cuotas que se abonan de forma periódica. Esas cuotas cubren el coste que genera esta cesión junto con los intereses y gastos de financiación.
¿Qué significa el contrato de leasing?
Cuando se habla del leasing y qué es se menciona a un contrato que permite a los particulares y a las empresas acceder a un bien a cambio del pago de una cuota. Un rasgo típico de estos contratos es que en su vencimiento se incluye una opción de compra sobre el propio bien.
Para que este contrato se lleve a cabo tienen que aparecer dos figuras. Una de ellas es el arrendador, que cede el uso de su bien, y la otra es el arrendatario que accede al leasing. La obligación del arrendatario es pagar las cuotas establecidas mientras dura el contrato. Después, puede elegir si adquiere o no el bien o servicio en cuestión.
También hay que tener en cuenta que existen diferentes tipos de leasing. Uno de ellos es el operativo en el que el arrendatario solo quiere disponer de un bien durante un tiempo, pero después no tiene intención de adquirirlo. Otra modalidad es el Lease-back en el que una empresa vende un bien a una compañía de leasing, pero mantiene su propiedad. Posteriormente, ese propietario le vuelve a alquilar el bien a la empresa de leasing por un precio pactado.
Al preguntar qué es el leasing financiero hay que indicar que se trata del tipo de leasing más común. Se basa en que una empresa de leasing arrendadora alquila un bien a un arrendatario con la firma de un contrato en la que esta última parte paga una cuota por el uso y disfrute de ese bien.
Finalmente, aparece el leasing mobiliario en el que un arrendador alquila un producto que se puede transportar sin que este pierda valor. Un ejemplo de ello es el renting de vehículos. En el lado opuesto se encuentra el leasing inmobiliario en el que se alquila un bien inmueble que permanece fijo a un lugar.
¿Cuáles son las ventajas del leasing?
El uso del leasing tiene diferentes aspectos positivos. En primer lugar, permite al arrendador financiar el valor del bien. Por otro lado, el arrendatario puede disfrutar de un bien o servicio pagando cuotas que le resulten asequibles y sin tener que hacer un gran desembolso. Además, puede planificar su economía sabiendo el gasto que tiene que asumir cada mes y tiene una ventaja añadida que es que puede valorar la posibilidad de adquirir el producto al final del contrato. También ofrece importantes ventajas fiscales.