La definición que marca qué es el interés de demora es la de tipo de interés que se aplica sobre la cuantía de una deuda que no se abona dentro de un plazo establecido. Estos intereses también son conocidos como intereses moratorios y sirven para compensar al acreedor que recibe el pago que le corresponde fuera del espacio de tiempo acordado.
El objetivo principal de un interés de demora es indemnizar. Pero para aplicarlo hay que cumplir una serie de condiciones. En primer lugar, se tienen que establecer antes de que se genere la deuda. Todo esto con la excepción de las operaciones comerciales en las que no hay consumidores.
Tampoco puede hacer acuerdos contra el pago de estos intereses y el bien que se adeuda tiene que ser dinero. También es importante que la deuda haya vencido y que el acreedor haya cumplido con sus responsabilidades.
El pago de estos intereses puede convertirse en un problema para los particulares y para las empresas que han contraído esa deuda. De ahí que labores como la gestión de cuentas de una empresa se centren en que la entidad tenga sus pagos al día.
Por otro lado, al mostrar cómo se calcula el interés de demora hay que aplicar una fórmula que se basa en multiplicar la cuantía total de la deuda por los días que han pasado desde que venció, dividido entre 365. Después, se tiene que multiplicar ese resultado al tipo de interés de demora que corresponde a un porcentaje de la cantidad adeudada.
¿Qué tipos de Interés de Demora existen?
Los tipos de interés de demora vienen establecidos por los contratos que se establecen en torno a ellos. También influye el momento en el que comienzan a aplicarse. Estas son las dos modalidades principales.
- Intereses de demora con particulares: en este caso los intereses se suman a la deuda en el momento en el que el acreedor obliga al deudor a que cumpla con su obligación monetaria. Pero si en ese contrato se acuerda que no hay necesidad de efectuar la reclamación de la deuda, los intereses de demora se aplican desde que el pago se incumple.
- Intereses de demora en operaciones comerciales: en este caso los intereses se aplican en cuanto el plazo no se cumple. En estos contratos no es necesario que se reclame la deuda.