El hecho de dirigir una empresa o de ser trabajador de la misma, en ocasiones, obliga a realizar desplazamientos en los que a veces se tiene que comer o que pernoctar. Todo eso genera un gasto que tiene que ser justificado, y lo mismo ocurre si se está trabajando para una administración pública. La factura simplificada sirve para justificar todos esos gastos.
Qué es una factura simplificada y cuándo utilizarla en tu negocio
El primer aspecto que hay que tener en cuenta para determinar qué es una factura simplificada es el hecho de que se trata de un documento legal, que, además, tiene la finalidad de justificar un gasto.
Un rasgo significativo y que aparece en la factura simplificada y en su ejemplo es que únicamente incluye los datos fiscales de quién emite la factura. Este rasgo es el que hace que a ese tipo de factura se le llame simplificada por el hecho de ser más simple que otras.
Un ticket de compra de un restaurante, de un mecánico o de cualquier otro establecimiento serviría como factura simplificada. De hecho, se trata de un documento con el que están familiarizados la gran mayoría de las personas, independientemente de si están trabajando por cuenta propia o ajena.
Factura simplificada vs. factura completa
La factura simplificada y la factura completa se diferencian entre ellas por varios aspectos. El más destacable es que en las facturas simplificadas no aparecen datos del receptor, mientras que, en las ordinarias, además de figurar los datos del emisor, se encuentran los del receptor.
En segundo lugar, en una factura simplificada aparece el importe total del pago. Mientras que en las completas los pagos aparecen desglosados. Por otro lado, en las simplificadas solo figura en IVA, pero una completa tiene que reflejar la cuota tributaria. También destaca el hecho de que en una factura simplificada el producto que está a la venta se describe de una forma genérica, mientras que en las completas se especifican todos los detalles. Finalmente, destaca que es obligatorio que las facturas ordinarias se emitan cuando el importe de la operación supere los 400€.