El término cuenta contable se refiere a los registros que se encargan de controlar de forma exhaustiva los movimientos de dinero que se producen en una empresa. Concretamente, contabilizan los aumentos y las disminuciones de capital que tienen lugar. Por otro lado, las cuentas contables también revisan el patrimonio neto de la compañía.
¿Para qué se utilizan las Cuentas Contables?
Las cuentas contables permiten valorar con exactitud los movimientos de dinero que se producen dentro de las cuentas de una empresa. Además, esa información resulta muy útil porque da la opción de hacer predicciones sobre la capacidad económica de la empresa para afrontar nuevos planes o proyectos. También es un buen indicativo para saber como se encuentra la empresa ante la expectativa de abrirse a un nuevo mercado.
¿Cuáles son los grupos de Cuentas Contables?
No todos los registros que se realizan son iguales. Incluso se pueden contabilizar hasta 9 grupos de cuentas contables. Todos ellos tienen en común que guardan una relación estrecha con la empresa y con los movimientos de capital que podemos ver en los asientos contables.
El primer grupo recibe el nombre de financiación básica y se refiere a los movimientos de dinero, a las reservas o a las deudas. El segundo es el de activos no corrientes que están relacionados con las patentes, las propiedades intelectuales e incluso la maquinaria. A continuación, se encuentra el de las existencias que controla todos los movimientos que tengan que ver con los productos y materias primas y el cuarto el de los acreedores y deudores por operaciones comerciales que guarda relación con los clientes, los acreedores y los proveedores.
El quinto grupo es el de las cuentas financieras formado por la tesorería y las deudas a corto plazo, el siguiente el de las compras y gastos relacionado con la compra de existencias, sus variaciones y gastos en impuestos. En séptimo lugar está el de las ventas y los ingresos y en octavo el de los gastos imputados al patrimonio neto. Finalmente, se encuentra el noveno que es el opuesto al anterior y se refiere a los gastos imputados al patrimonio neto.