CIF son las siglas correspondientes a número de identificación fiscal y es el código que tienen todas las empresas y autónomos para ser identificados. Este sistema servía para catalogar a empresas y fundaciones con personalidad jurídica, aunque en 2008 hubo un cambio de sistema y el CIF se convirtió en el NIF que es el Número de Identificación Fiscal.
El NIF actual es un código alfanumérico que identifica tanto a personas físicas como a personas jurídicas y está compuesto por nueve caracteres. Uno de ellos es la letra que habla de la forma jurídica de la empresa o el autónomo e indica si es de origen español o extranjero. A continuación aparece un número de 7 dígitos que identifican a la provincia y que ejercen una labor de control identificativo.
¿Cuáles son las diferencias entre CIF y NIF?
La gran diferencia entre este código y el antiguo radica en la letra que indica la forma jurídica y el origen de la empresa sobre la que recae ese NIF. Cada letra se refiere a un tipo de entidad y ese dato es muy significativo porque indica que tipo de empresa es y hay hasta 17 modalidades entre las que se encuentran sociedades anónimas, cooperativas, colectivas, comanditarias y de responsabilidad limitada.
También sirve para registrar comunidades de bienes y de propietarios en régimen de propiedad horizontal, asociaciones, organismos públicos, entidades no residentes corporaciones locales o sociedades civiles independientemente de que tengan o no personalidad jurídica.
Además el NIF identifica congregaciones religiosas, uniones temporales de empresas, establecimientos de entidades que no residen en España u órganos de la administración de las Comunidades Autónomas o del estado.
El NIF también lo emplean los autónomos y las empresas en las facturas y sirve para transmitir la seguridad de que contienen datos correctos. También es conveniente que este código llegue a los proveedores.