La ciberseguridad es un término que ha surgido con el desarrollo de internet. Hace referencia a las acciones basadas en proteger a los dispositivos, a las redes, a las aplicaciones y a los sistemas de las amenazas digitales a las que están expuestos cada vez que se conectan a internet. Hoy en día la gran mayoría de organizaciones tienen establecidos unos protocolos de ciberseguridad que deben cumplir para que los usuarios mantengan su confianza en las mismas.

Para entender qué es la ciberseguridad, hay que tener en cuenta los tres grandes tipos de amenazas digitales que existen. Una de ellas es el delito cibernético, que es protagonizado por hackers que actúan de forma individual o por grupos y que buscan obtener beneficios financieros con sus acciones.

También son frecuentes los ciberataques, que generalmente se basan en substraer información sensible sobre los usuarios para posteriormente realizar prácticas como la extorsión. Es frecuente que los ciberataques se lleven a cabo con fines políticos o en eventos como las campañas. Finalmente, aparece el ciberterrorismo que busca romper los sistemas de seguridad electrónicos para generar terror, amenazas y miedo entre la población.

¿Qué tipos de ciberseguridad existen?

Los sistemas de ciberseguridad han ido mejorando sus prestaciones, incluso ponen en marcha prácticas como el machine learning que identifica de forma automática patrones de datos para predecir tendencias. Además, hay diferentes tipos de ciberseguridad. Algunos incluso se centran en dar formación a los usuarios para reaccionar ante elementos sospechosos.

  • Seguridad en red y aplicaciones: estas prácticas se basan en proteger de intrusos a las redes informáticas y en mantener blindado el software de los dispositivos ante posibles amenazas.
  • Seguridad de la información: es un tipo de ciberseguridad que trata de proteger la privacidad y la integridad de los datos.
  • Seguridad operativa: esta modalidad se centra en mejorar los permisos de los usuarios para acceder a las redes. Además, trata de gestionar y de proteger los datos.
  • Reacción ante daños ocasionados: en este caso se intentan recuperar los datos sustraídos a una empresa por ataques maliciosos y se ejecutan todas las acciones para que opere de la misma forma en la que lo hacía antes de sufrir ese ataque.