La creatividad es un valor esencial en el mercado actual y su aplicación puede llevar a una empresa a obtener grandes resultados en el ámbito económico, pero también en el aspecto promocional. Generar un producto creativo y único provoca que los clientes potenciales y los habituales recuerden una marca aunque pasen meses e incluso años. Para obtener todo esto es necesario que surjan una o varias ideas y técnicas como el brainstorming ayudan a conseguirlo.

El término brainstorming tiene un significado que es “lluvia de ideas”. Consiste en un intercambio de ideas que exponen un grupo de personas de forma espontánea y sin ningún tipo de orden establecido. Cuando se ejecuta esta técnica las ideas quedan recopiladas para hacer una valoración posterior.

Tipos de brainstorming

Al mencionar al brainstorming y qué es, aparecen diferentes variantes de este intercambio de ideas, aunque su ejecución más clásica favorece el trabajo creativo, la eficiencia y la creatividad de los miembros del grupo. Aun así, el brainstorming tradicional está recomendado para grupos pequeños en los que no hay un moderador con autoridad.

Otro tipo es el llamado brainstorming online o electrónico, en este caso se aplica en grupos grandes y no hay una hora ni un lugar concreto para la exposición de las ideas. Su inconveniente es que se pierde el factor de la espontaneidad y que puede haber obstáculos técnicos que impidan su ejecución.

Por su parte, el Brainwriting tiene unas características muy similares, aunque en este caso está enfocado a grupos medianos. El brainwalking es una modalidad parecida, pero en esta ocasión las ideas expuestas se relacionan entre sí. Finalmente, aparece el Libro de Ideas que sí tiene una localización concreta, que está diseñado para proyectos de larga duración y en el que las ideas se relacionan entre sí con el objetivo de crear un producto visual atractivo.

¿Qué técnicas de Brainstorming existen?

Todas las técnicas de brainstorming tienen como puntos en común la creación de un espacio analógico y digital en el que los participantes puedan expresarse libremente. A partir de ahí, aparecen diferentes bases que consisten en valorar en mayor medida la cantidad que la calidad de las ideas, que, además, tienen que ser registradas. También es necesario pensar con agilidad y no criticar ninguna de las aportaciones.

En la ejecución de técnicas de brainstorming hay ejemplos que siguen una serie de directrices. La primera de ellas se basa en el lanzamiento de ideas o en el desarrollo de las que ya se han expuesto. Todo esto se hace de una forma totalmente espontánea. Por otro lado, es fundamental que los comentarios sobre asuntos ajenos al tema principal queden fuera de la dinámica.

Es recomendable que las aportaciones sean directas y cortas. Además, el moderador debe anotar todas las ideas y marcar la duración del brainstorming, que generalmente es de 30 minutos. Posteriormente, se emplea otro espacio de tiempo para analizar las ideas y escoger la más adecuada.

Una buena ejecución del brainstorming puede ayudar a crecer a una empresa y a generar resultados a largo plazo que aparezcan en documentos como el briefing, que reflejan todos los detalles y aspectos relacionados con una empresa.