El diseño es clave tanto si hablamos de un producto como de un servicio, hasta el punto de que un buen packaging puede mejorar tus ventas. Y es que no basta con ofrecer un buen producto, ya que en la decisión de compra influyen muchos factores, entre los cuales el diseño tiene un peso relevante. Hoy analizamos dos conceptos que van de la mano: el diseño y el valor percibido por el cliente.
Qué es el valor percibido por el cliente
El valor percibido por el cliente es la imagen mental que el cliente se forma sobre lo que ofreces. No es el coste real de producir un servicio o un producto, sino la sensación de que lo que va a recibir merece la pena.
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Por eso este concepto se resume en la combinación de expectativas, emociones y señales que hacen que algo parezca valioso. El concepto de valor percibido explica por qué dos productos iguales pueden tener precios muy distintos. Uno puede costar tres veces más y aun así venderse mejor.
Y esa diferencia de precio no es porque sea objetivamente superior, sino porque cuenta como un conjunto que ofrece una experiencia que comunica calidad, confianza y coherencia. Ese envoltorio o diseño forma parte de la identidad de la marca, el servicio posventa, la claridad de la web y hasta la forma de responder mensajes.
Por qué el diseño y el valor percibido van de la mano
El valor percibido es muy importante para mejorar el volumen de ventas en tu negocio, y el diseño actúa como un atajo mental. Principalmente porque permite que el cliente entienda en segundos qué puede esperar de ti.
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Un buen diseño consigue que el cliente no analice ni compare durante horas. Basta un vistazo para intuir si tu producto encaja con lo que busca. Cuando el diseño es sólido, coherente y cuidado, la persona interpreta que lo que ofreces también lo es.
Supongamos que entras en una página web a través de una búsqueda en Google. Si el diseño es pobre, las fotos tienen mala iluminación o la web parece creada con prisas, el valor percibido cae de inmediato. Y seguramente no comprarás.
Aunque el producto sea excelente, la sensación que recibes es que algo no cuadra. En cambio, cuando el diseño trabaja a tu favor, transmite orden, profesionalidad y cariño por el detalle. Como resultado, el cliente asocia esta sensación con un producto fiable y con una marca que se toma las cosas en serio.
Para un emprendedor, entender esta relación es muy importante. Debes cambiar tu mentalidad y pensar cada detalle del punto de contacto con el cliente para que todo comunique lo mismo: que tu marca vale la pena.
Desde MASMOVIL NEGOCIOS esperamos haberte ayudado a la hora de comprender por qué el diseño y el valor percibido van de la mano y cómo cuidar esta relación puede ayudarte a mejorar tus ventas.